WASHINGTON.- El secretario de Estado, Colin Powell, reafirmó hoy el compromiso del Gobierno del presidente George W. Bush de trasladar la embajada de EEUU de Tel Aviv a Jerusalén.
En su primera intervención ante el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes para defender el presupuesto del Departamento de Estado, Powell reiteró el compromiso de que la representación estadounidense "esté en la capital de Israel, que es Jerusalén".
Powell explicó a los congresistas que el Gobierno "no ha empezado todavía acciones (para el traslado), a la luz de la difícil situación que ahora existe... El presidente Bush se ha comprometido a trasladar la embajada a Jerusalén. El proceso sigue adelante".
Los anteriores gobiernos estadounidenses habían evitado tomar una posición sobre el cambio de embajada de Tel Aviv a Jerusalén, ya que el estatus de esa ciudad no se ha definido porque forma parte de los territorios que Israel se anexionó tras la guerra de 1967.
La capitalidad de Jerusalén forma parte de los asuntos que israelíes y palestinos tienen que negociar como parte de su futuro acuerdo de paz, pero es uno de los más complicados y de difícil solución porque las dos partes consideran esa ciudad como su capital.
El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, -que se reunirá con Bush el próximo 20 de marzo en la Casa Blanca-, ha subrayado que Jerusalén es indivisible, como advertencia a los palestinos, que aspiran a establecer en Jerusalén Este (donde está la ciudad antigua) la capital de su futuro estado.
La mayor parte de las embajadas están establecidas en Tel Aviv mientras no se solucione de forma definitiva el estatus de Jerusalén de una forma internacionalmente satisfactoria, aunque EE.UU. ya ha sugerido en varias ocasiones su intención de trasladar su legación diplomática a Jerusalén, siguiendo los requerimientos israelíes.
Durante su intervención ante ese comité parlamentario, Powell insistió en que israelíes y palestinos tienen que poner fin inmediato al ciclo de violencia que les enfrenta, pero también aseguró que "el apoyo de Estados Unidos a Israel no ha cambiado".
"Desde hace 50 años, Estados Unidos apoya a ese país democrático con el que tenemos estrechos lazos, y del que nos podemos adjudicar algún crédito por su existencia", señaló.
También aseguró que "pase lo que pase en el proceso de paz, Estados Unidos siempre apoyará la seguridad y la independencia de Israel. El presidente Bush así lo ha reafirmado en cada una de las conversaciones que ha tenido sobre la situación de Oriente Medio" con diferentes líderes.