LAGOS, Nigeria. - Por lo menos 30 niños murieron carbonizados en el incendio de un colegio en Nigeria central, del que las víctimas no pudieron escapar porque las puertas estaban cerradas con barras de hierro desde el exterior, informó hoy la prensa.
El cierre de las puertas era una medida de precaución de las autoridades del colegio para evitar que los alumnos fugaran por las noches para encontrarse con chicos de una escuela vecina. Otros quince niños sufrieron heridas y quemaduras, cinco de ellas muy graves, y permanecen hospitalizados.
El dormitorio donde estaban los estudiantes quedó completamente destruido y los periodistas relataron que hallaron cuerpos carbonizados por todo el lugar, algunos de ellos irreconocibles. La tragedia se inició a las 22.30 hora local del lunes último en un dormitorio de la escuela secundaria pública de Bwal-Bwang-Gindiri, a 60 kilómetros de la ciudad de Jos, capital del estado de Plateau, dijo la policía.
El instituto, fundado hace décadas por misioneros occidentales, es reconocido por su disciplina y la severidad de sus autoridades. Un total de 165 alumnos se encontraban en sus camas, y la mayoría de ellos ya dormía, cuando estalló el incendio en un lugar cercano al dormitorio.
El humo comenzó a filtrarse hacia el lugar donde se encontraban los estudiantes y éstos intentaron inútilmente ponerse a salvo, pero no pudieron escapar porque las puertas estaban firmemente cerradas desde el exterior.
Presas del pánico, los jóvenes comenzaron a gritar y a golpear las puertas y las paredes. Las llamas y los gritos llamaron la atención de otros residentes del centro que, al no poder abrir las puertas, demolieron algunos muros y lograron salvar a numerosos niños.
El miércoles los familiares de los niños llegaron al colegio para conocer noticias y muchos padres tuvieron la penosa tarea de tratar de reconocer a sus hijos entre las víctimas. El gobernador del estado de Palteau, Joshoua Chibi Dariye, ordenó una investigación y decretó tres días de luto.