MOSCU.- La oposición afgana advirtió hoy en Moscú que el régimen integrista talibán llevará a cabo una "limpieza étnica" en Afganistán tras la destrucción de los monumentos budistas y de arte preislámico.
Gulam Saji Hairat, primer secretario de la representación en la capital rusa de la opositora Alianza del Norte, comentó la destrucción de los budas de Bamián y afirmó que los talibán "son una amenaza para Afganistán, la región y para todo el mundo".
El representante del presidente Burhanudín Rabbaní, derrocado cuando los talibán tomaron Kabul en 1996, explicó que la destrucción de las estatuas de Buda y otras obras de arte consideradas como ofensivas por los integristas es una estrategia calculada. Según Hairat, es un oportunidad para "ampliar su expansión a los estados vecinos, en concreto contra los países centroasiáticos".
Tras la destrucción de los monumentos, "tendrán lugar hechos más espantosos en Afganistán: la segregación y la limpieza étnica, religiosa y lingúística", subrayó Hairat a la emisora Eco de Moscú.
El movimiento de los Talibán defiende el Islam radical difundido a principios de la década pasada, con apoyo financiero de Arabia Saudí y otros países árabes, en las madrasas o escuelas coránicas de Kandahar, en el sur del país y entre los miles de refugiados afganos en Pakistán de la ocupación soviética y la posterior guerra civil.
Los Talibán (plural de "talib", estudiante) son en su mayor parte de etnia pashtún y hablan pashtú, mientras que la oposición de la Alianza agrupa a tayikos, uzbekos, hazaras y otras minorías afganas.
Tras varias ofensivas y la derrota de la Alianza en el centro y norte del país, los Talibán controlan casi el 95 por ciento de Afganistán y sólo las posiciones septentrionales de la Alianza junto a la frontera tayika y el Badajshán impiden el dominio total.
En febrero, organizaciones humanitarias denunciaron la matanza de más de 300 personas, que siguió a la captura por los integristas de la localidad de Yakaolang, donde la población es hazara y de credo chií, perseguido por los Talibán, de mayoría sunní.
"La sociedad internacional debe tomar cartas en el asunto", afirmó Hairat, quien mostró un especial dolor por la destrucción de los budas gigantes de la provincia de Bamián, en el centro de Afganistán, antaño uno de los focos budistas centroasiáticos. "Para mí, ésta es la mayor tragedia de mi vida, pues a menudo viajé allí, donde tomé parte en la preservación de esos monumentos y en la habilitación del lugar como gran centro turístico", dijo el diplomático.