LIMA.- El Instituto Nacional de Cultura de Perú (INC) dijo este viernes que debe tomarse con calma una versión procedente de Londres según la cual la ciudadela incaica de Machu Picchu se derrumbaría en cualquier momento.
De acuerdo con la versión, atribuida a una revista londinense, el terreno debajo de la ciudadela se mueve y existe el riesgo de producirse un deslave de magnitud sobre esta reliquia histórica, ubicada en los Andes del sureste peruano.
En una nota facilitada a la AP, el instituto cultural dijo que el director de patrimonio arqueológico de esa entidad, Fernando Fujita, considera que "hay que tomar con calma la versión procedente de Londres".
El INC dijo que según el Instituto Geofísico del Perú (IGP) no sólo la ciudadela de Machu Picchu sino toda la ciudad de Cusco, la antigua capital del imperio de los incas, se levanta sobre la falla geológica de Tambomachay.
Explicó que la actividad de esta falla "fue causante de los sismos de 1950 y 1986" en el departamento de Cusco. El INC dijo que a juicio del instituto geofísico, "los deslaves o derrumbes de tierra pueden producirse por diversos motivos como sismos o lluvias, en el mismo porcentaje de importancia".
Según las versiones atribuidas a la publicación londinense, algunos geólogos japoneses que al parecer vigilan dicho movimiento, dijeron que la pendiente posterior de la ciudadela se desplaza un centímetro por mes.
El arqueólogo peruano Federico Kauffman Doig dijo a la prensa que la noticia sobre ciertas fallas en la cumbre de Machu Picchu la divulgó en 1961 el geólogo Carlos Kalafatovich. "El determinó que ese cerro rocoso sobre el cual se construyó Machu Picchu revelaba defectos tectónicos", señaló.
Kauffman dijo que para preservar la ciudadela de Machu Picchu se debe limitar el número de turistas que la visitan diariamente. "La cantidad de visitantes, mil por día, es demasiado para un monumento tan delicado como Machu Picchu. Existe una exagerada explotación turística. Debemos cuidar la gallina de los huevos de oro".
Machu Picchu, ubicada a 500 kilómetros al sudeste de Lima, fue descubierta en 1911 por el norteamericano Hiram Bingham, guiado por un lugareño peruano.