WASHINGTON.- El Departamento de Estado anunció hoy que apoya totalmente el proceso de paz en Colombia, pero efectuó un boicot a una reunión de un día y en la que participaron delegados de 26 naciones debido a la presencia del principal grupo guerrillero izquierdista del país.
La reunión inusual efectuada ayer en el poblado de Los Pozos, que se encuentra controlado por la guerrilla, incluyó a representantes del gobierno colombiano, de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de gobiernos de Europa, América Latina, Japón y Canadá.
En el encuentro se abordaron varios temas encaminados a analizar cómo se puede alcanzar la paz.
El gobierno de Washington no tiene intenciones de conversar con las FARC a menos que éstas demuestren una clara intención de negociar con seriedad y comiencen a cooperar en el esclarecimiento de la desaparición y matanza de varios ciudadanos estadounidenses, dijo el portavoz del Departamento de Estado Richard Boucher.
En uno de estos casos, tres misioneros estadounidenses fueron secuestrados en 1993. En otro, tres trabajadores voluntarios norteamericanos fueron asesinados en 1999.
En el caso más reciente, Boucher destacó que las FARC habían reconocido que tenían en su poder a los presuntos asesinos.
"Exigimos que sean entregados a las autoridades pertinentes", dijo Boucher.
Por otra parte, añadió que el boicot estadounidense a la reunión del jueves "no significa que no respaldamos los esfuerzos del presidente (de Colombia, Andrés) Pastrana para alcanzar una solución negociada al conflicto colombiano".
"Respaldamos totalmente los esfuerzos claros e incansables del presidente Pastrana de alcanzar una solución pacífica al conflicto" agregó Boucher.
Pese a que Estados Unidos respalda un papel internacional en el proceso de paz, éste "no puede sustituir a la voluntad autentica por parte de las FARC a comenzar a negociar de buena fe algunos acuerdos sustantivos que puedan reducir y eventualmente terminar con el sufrimiento humano que diariamente enfrenta el pueblo de Colombia", agregó el funcionario.
Boucher dijo que las FARC aún no han demostrado su voluntad en este sentido.
"Las FARC, si han hecho algo, es dejar una senda de promesas rotas y compromisos no cumplidos desde que comenzó el proceso de paz hace poco más de dos años", indicó Boucher.
"Estas van desde evitar una verificación de su conducta al interior de la zona desmilitarizada hasta su total incapacidad de abandonar sus prácticas inhumanas de asesinatos, secuestros, reclutamiento obligatorio de niños y el uso indiscriminado de cilindros de gas para atacar a las poblaciones civiles", añadió Boucher.
