LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Hugo Banzer, aseguró que combatirá "con toda energía las expresiones sediciosas e iresponsables" que atenten contra la democracia boliviana, al referirse al pedido de empresarios bolivianos de que acorte su mandato, que fenece el próximo año.
A última hora del viernes el mandatrio boliviano resolvió acudir, junto a sus ministros, a una reunión de los empresarios privados de Bolivia en la cálida ciudad de Santa Cruz, 900 km al este de La Paz, para tratar de calmar los ánimos del poderoso sector agropecuario del oriente boliviano que reclama medidas a su favor.
Durante esta semana el gobierno y los empresarios agropecuarios del este del país se enfrentaron debido al pedido del sector para la condonación de sus deudas o la "desdolarización" de sus créditos otorgados por el sistema financiero nacional, además de una amnistía tributaria.
La solicitud fue rechazada por las autoridades gubernametales quienes afirmaron que el Estado no puede hacerse cargo de las deudas de terceros, porque ello supondría alterar la estabilidad económica lograda en los últimos 15 años de aplicación de una política de libre mercado.
En su improvisado encuentro con los empresarios, Banzer insistió: "no negocio la estabilidad (económica) menos aún acepto que se atente contra la democracia y el Estado de Derecho con expresiones sediciosas e irresponsables que combatiré con toda mi energía".
"No podemos apoyar la libre empresa cuando nos va bien y cuestionarla cuando la situación nos es adversa. La crisis se supera con trabajo y no por la vía de la confrontación", afirmó el mandatario boliviano, quien invitó a los empresarios del país a continuar negociando con su administración.
Los privados bolivianos analizan la situación de su sector desde el viernes en Santa Cruz, en un ambiente cargado de duras críticas al gobierno de Banzer, a quien responsabilizan por la ausencia de políticas que posibiliten superar la cisis económica que vive el país y reactivar el aparato productivo.
El grupo más radical está representando por los productores agropecuarios del est del país que fue el más perjudicado por las sequías e inundaciones resgistradas en Bolivia los últimos dos meses, que ocasionaron la pérdida de unas 100.000 hectáreas de cultivos de soya y arroz por un monto de 108 millones de dólares.