DUBAI.- Una delegación de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) viajó a Afganistán en un intento de convencer a los líderes de la milicia integrista de los Talibán de que reconsideren su decisión de destruir las estatuas budistas.
Según informó hoy la agencia de noticias de Qatar, país que preside actualmente la OCI, integrada por 54 Estados, la delegación está encabezada por el ministro qatarí de Estado para Asuntos Exteriores, Ahmad ben Abdulá al Mahud.
Entre sus miembros figuran destacadas personalidades religiosas de varios países de la OCI, incluido el muftí de Egipto, Nasr Farid Wasel, enviado especial del presidente de este país, Hosni Mubarak, así como el subsecretario para Asuntos Exteriores de la OCI, Haytham al Jayat.
El director de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), Koichiro Matsura, pidió el jueves a Mubarak que mediara ante los Talibán para evitar la destrucción de los dos budas gigantes de Bamiyán.
Fuentes qataríes indicaron que la delegación de la OCI ha conseguido una autorización especial de la ONU para viajar en avión a Afganistán, país sometido a un embargo aéreo internacional.
La demolición de los budas fue decretada por el máximo dirigente religioso de los Talibán, el "mulá" Mohamed Omar, por entender que contravienen las normas del Islam.
Numerosas personalidades religiosas islámicas, incluido el muftí de Egipto, afirman que las estatuas budistas "no se contradicen con la tolerante religión islámica" y recordaron que "durante las épocas pasadas ningún líder o grupo islámico decidió destruirlas".
Un portavoz de los Talibán anunció ayer sábado que el grupo había destruido entre el 80 y el 90 por ciento de las dos estatuas de dimensiones gigantescas de Bamiyán.
Esos budas son los mayores del mundo, con una altura de 34,5 y 50 metros, y datan de cuando Afganistán era un centro de aprendizaje y peregrinación budista
