WASHINGTON.- El FBI estaba tan orgulloso de un túnel secreto construido debajo de la Embajada Soviética para espionaje electrónico en los últimos años de la Guerra Fría que ofrecía recorridos a funcionarios de alto rango con credenciales de seguridad, informó este domingo el Washington Post.
Se sospecha que el antiguo agente de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos Robert Hanssen, arrestado el 18 de febrero por vender secretos a Moscú por 15 años, reveló a sus jefes soviéticos la existencia del túnel. La prensa estadounidense informó del túnel a principios de este mes.
El Post citó a funcionarios y ex funcionarios que dijeron que el presunto informe de Hanssen sobre el túnel probablemente anuló la ventaja tecnológica que el FBI pudo haber obtenido de un acceso tan cercano a la entonces embajada soviética.
El Post citó a un ex funcionario estadounidense que dijo que le ofrecieron un recorrido, pero declinó la invitación porque él es claustrofóbico. Sin embargo, expresó al Post que al túnel se entraba por una residencia cercana a la embajada soviética, actualmente rusa, en Mount Alto, una colina del vecindario de Georgetown, en el norte de Washington, uno de los puntos más altos de la ciudad.
Según el ex funcionario, el gobierno estadounidense compró la casa y comenzó a construir el túnel en el sótano. El periódico mencionó a otros ex funcionarios que dijeron que habían recorrido el pasaje, pero declinaron describirlo, diciendo que todo acerca del mismo sigue siendo muy secreto.
Una fuente de inteligencia con conocimiento directo de la tecnología que Hanssen presuntamente comprometió dijo al Post que los soviéticos aprovecharon los micrófonos y otros artefactos del FBI para suministrar información falsa al gobierno de Estados Unidos.
"Obviamente nos dieron grandes cantidades de datos de valor aparente pero de ningún valor real", dijo la fuente al periódico. "Fue un juego muy delicado que se jugó por muchos años".