LIMA.- Expertos forenses y antropólogos exhumaron el lunes los restos de cinco rebeldes del MRTA, muertos en 1997 en una operación de rescate de rehenes en la residencia del embajador del Japón, a fin de esclarecer la presunta ejecución extrajudicial de los subversivos.
La exhumación de los restos fue dispuesta a raíz de que familiares de dos rebeldes muertos presentaron una denuncia en enero sobre el presunto asesinato de sus parientes después que éstos ya se habían rendido.
Los familiares se basaron en el testimonio de un ex rehén japonés, que declaró que vio a tres rebeldes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) capturados vivos.
El procurador adjunto de Derechos Humanos, Ronald Gamarra, denunció el viernes al ex presidente Alberto Fujimori por presunto homicidio calificado y abuso de autoridad, dado que él se atribuyó la autoría del plan de rescate.
También fueron incluidos en la denuncia el ex asesor de inteligencia, Vladimiro Montesinos, hoy prófugo, el ex jefe del comando conjunto de las fuerzas armadas, Nicolás Hermoza, y el ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional Julio Salazar Monroe, por su presunta responsabilidad en la ejecución de la operación de rescate.
"Lo que sostenemos nosotros es que hay alegaciones, reportes e indicios suficientes de que el día de la toma de la embajada por miembros de las fuerzas armadas, se habría detenido con vida a tres emerretistas, luego de lo cual aparentemente un comando de estas fuerzas procedió a ultimarlos cuando éstos estaban rendidos", dijo Gamarra, quien estuvo presente en una de las diligencias.
Agregó que de ser ciertas las presunciones, Fujimori sería responsable de un delito de lesa humanidad, lo que legitimaría la jurisdicción internacional, es decir que cualquier país podría procesarlo y juzgarlo.
Fujimori, quien fue destituido por incapacidad moral por el Congreso en noviembre, vive actualmente en Japón, país que le concedió la nacionalidad japonesa de sus padres.
Los peritos exhumaron dos cadáveres en el cementerio del distrito de Comas, el NN-11 y el NN-14, identificado como Eduardo Cruz, alias "Tito", informó Gloria Cano, abogada de la Asociación Pro Derechos Humanos.
El NN-11, perteneciente a un varón, indicó, tenía un orificio de bala en la cabeza.
Otros dos cadáveres, el NN-1 y NN-2, fueron exhumados en el cementerio de Chosica, a 30 kilómetros al este de Lima, mientras el quinto cadáver, el NN-5, fue exhumado en el cementerio del distrito de Ate, señaló Cano.
Los restos fueron trasladados a la morgue de Lima, donde serán sometidos a análisis para determinar las circunstancias de su muerte.
"Los peritos determinarán si ha sido muerte por enfrentamiento o una ejecución", dijo Cano.
La abogada, que también representa a los familiares denunciantes, sostuvo que han solicitado a la fiscalía que se autorice a un perito estadounidense de San Antonio, Texas, para que participe en los exámenes.
Mientras se realizaba la exhumación de los restos, pobladores y familiares de los emerretistas muertos coreaban arengas como: "la sangre derramada jamás será olvidada" y "debieron ser juzgados y no asesinados".
El 22 de abril de 1997, comandos de fuerzas combinadas ingresaron a la residencia japonesa y rescataron a los 72 rehenes cautivos del MRTA por más de cuatro meses.
Fujimori informó que los 14 rebeldes murieron en la acción.
También fallecieron dos comandos y un rehén herido, camino del hospital.
