TOKIO.- El Primer Ministro japonés, Yoshiro Mori, confirmó el martes que adelantará la elección presidencial de su Partido Democrático Liberal (PDL) prevista para septiembre, en una decisión que allana el camino de su dimisión.
Pero el impopular gobernante dejó a los mercados financieros y a los votantes japoneses en la oscuridad acerca de cuando iría a establecer una fecha para elección y tampoco dejó claro si no participará en la contienda.
"Adelantaremos la elección presidencial del partido programada para este otoño. El tiempo exacto y el método de la elección deberán estar sujetas a más discusiones", dijo Mori.
El Primer Ministro agregó que quería supervisar la promulgación de los proyectos relacionados con el presupuesto y otra legislación clave que serían aprobados en abril.
La anticipación de la elección de su partido, acordada entre Mori y cinco de los más antiguos miembros del PDL el sábado, es ampliamente vista como un acuerdo de salvación que monta el escenario para reemplazar a Mori, pero que le mantiene en el gobierno hasta que sean aprobadas las leyes clave y sostenga una cumbre con el presidente estadounidense, George W. Bush, y otra con el presidente ruso, Vladimir Putin, a finales de este mes.
El secretario general del PDL, Makato Koga, se disculpó ante el partido acerca de los recientes escándalos y daños hechos a la población que confía en esa organización que ha gobernado a Japón en los últimos 50 años.
"El PDL está en su crisis más grande desde su fundación", dijo Koga, quien pidió a los legisladores del partido conversaciones conjuntas para reformarlo.
Los legisladores de la coalición gobernante han estado presionando a Mori, cuyos niveles de popularidad están en un dígito tras una serie de escándalos y errores, para que renuncie antes de la elección de la cámara alta, prevista para julio, para tratar de mejorar sus oportunidades ante los votantes.
Mori dijo además el martes que establecerá una tarea de emergencia económica para manejar un recorte de impuestos propuesto por los diseñadores de la política gobernante en busca de reanimar al deprimido mercado accionario.
El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio perdió casi tres por ciento el martes y llegó a nuevos mínimos en 16 años, a 11.819 unidades, debido a la incertidumbre política, y la amplia caída en Wall Street registrada el lunes.
