ROMA.- La organización de las Naciones Unidad para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtió el miércoles que la fiebre aftosa podría afectar a numerosos países del mundo.
Es por ello que pidió a la comunidad internacional que adopte medidas más duras para combatirla.
La FAO exigió controles más estrictos sobre inmigrantes y turistas, ya que aumentan el riesgo de diseminar la enfermedad, y sobre las importaciones de alimentos, entre ellas las que transportan los viajeros y los residuos de comida de aviones y barcos.
"Cualquier país del mundo podría estar contaminado", dijo a Reuters Yves Cheneau, jefe del servicio de salud animal de la FAO, y experto de la organización en esta enfermedad.
"Al observar la manera en que se disemina el virus, queda muy claro que cualquier país está en peligro", añadió.
La enfermedad afecta a todos los animales de pezuña partida, como cerdos, ovejas, cabras, vacas, que pueden presentar ampollas y erosiones en boca, nariz, ubres y patas.
EE.UU. prohibió el martes las importaciones de carne procedente de la Unión Europa después de que Francia informó del primer caso en el continente de la enfermedad procedente de Gran Bretaña.
Expansión de la enfermedad
La rápida expansión de una cepa pandémica de aftosa demuestra claramente la habilidad de este virus para provocar epidemias en países que han estado libres de esta enfermedad durante muchos años, dijo hoy la FAO en su comunicado especial.
La virulencia de la fiebre aftosa y su capacidad de expandirse sobre una amplia área geográfica requiere una acción internacional urgente, continuó la FAO. La principal estrategia para erradicar esta enfermedad, añadió, es una política de sacrificio de los animales infectados.
Una vacunación alrededor de las zonas afectadas puede ser un método de ayuda en aquellos lugares donde el número de brotes y de animales afectados sea tan considerable que la política de "erradicación" presente problemas operativos y de aceptación pública.
Sin embargo, subraya el organismo de la ONU, la erradicación de la enfermedad debe seguir siendo el objetivo final. En este sentido, la vacunación no es un sustituto de la erradicación. "Aunque queden protegidos de la aftosa, los animales vacunados no son totalmente inmunes y pueden infectarse y expandir el virus. Para mantener la inmunidad, a los animales se les deben poner vacunas de recuerdo", insiste la FAO.
"Para combatir y erradicar definitivamente la aftosa, se deberían otorgar más ayudas a los países en vías de desarrollo para que atajen la enfermedad en las zonas endémicas", propone la FAO.
Medidas recomendadas por la FAO
Considerando la amenaza global que supone la aftosa, la FAO recomienda a los países que más riesgo corren de que la enfermedad entre en su país que:
- refuercen las medidas de seguridad mediante campañas de concienciación de veterinarios y para las industrias agricultoras y transportistas.
- refuercen las medidas de control en las fronteras, y en especial la posible introducción de la enfermedad por parte de turistas y a través de vehículos, sobre todo camiones que regresen de las zonas infectadas. En la mayoría de los países de la Unión Europea hay folletos explicativos en los idiomas de los Quince para informar tanto a los viajeros como a las compañías de transporte.
- desarrollen planes de contingencia, incluidas medidas para la destrucción de los cadáveres de los animales sacrificados y que se doten de una provisión de vacunas de emergencia, como último recurso.
La FAO exigió "controles más estrictos sobre las importaciones de todo tipo de alimentos, incluidos aquellos traídos por los viajeros y restos de aviones y barcos".
En algunas partes del mundo, la situación relativa a la aftosa ha mejorado sustancialmente en las últimas dos o tres décadas, explicó el organismo dependiente de la ONU. América del Norte y Central, así como grandes partes del sur de Sudamérica, el Caribe y las naciones del Pacífico están libres de la enfermedad, igual que hasta hace poco lo estaban grandes partes de Africa del Sur y Europa.
"Sin embargo, la aftosa sigue siendo endémica en muchos países de Africa, Cercano Oriente, Asia y Sudamérica", asegura la FAO. "Una preparación de emergencia, planes de contingencia y campañas de concienciación son de una importancia crítica para el control de la aftosa".
"Ningún país se puede considerar a salvo del riesgo de esta enfermedad, debido a la intensificación del comercio, del turismo y del movimiento de animales, productos animales y alimentos", señala.
La comisión europea de la FAO para el control de la aftosa está convocada para discutir el último brote de esta enfermedad y aconsejar a los países en su próxima reunión, que se celebrará del 21 al 23 de marzo en Roma.
Esta comisión, a la que pertenecen 33 países, fue establecida en 1954. Coordina los programas nacionales de aftosa a nivel continental.
Según la FAO, la aftosa fue identificada por primera vez en el norte de la India en 1990 y se extendió hacia el oeste en Arabia Saudí en 1994 y, posteriormente, por Próximo Oriente y Europa. En 1993 también fue localizada en Nepal y más tarde en Bangladesh y Bhutan.
A finales de 1999 y en el 2000, alcanzó la mayor parte el sureste de Asia. El potencial de expansión de epidemias sobre vastas extensiones fue demostrado en septiembre del año pasado, cuando el tipo panasiático 0 entró en Sudáfrica. Era la primera vez que esta cepa del virus se detectaba en el continente africano.
La FAO ha advertido que la introducción de la enfermedad se asocia especialmente con la alimentación de los cerdos con restos de comida. Se sospecha que éste es también el origen de la entrada del virus tanto en Sudáfrica como en Gran Bretaña.