JERUSALEN.- Tres miembros del grupo Al Fatah del líder palestino Yasser Arafat, fueron detenidos mientras planeaban un ataque dinamitero en Jerusalén, anunciaron este jueves las autoridades israelíes, que aliviaron las restricciones de desplazamiento en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Los tres detenidos pensaban detonar una bomba de gran potencia cerca de la sede militar israelí en Cisjordania, según una nota difundida por la oficina del Primer Ministro Ariel Sharon.
Los implicados pertenecen a un grupo encabezado por el comandante en Ramala de Fuerza 17, una unidad especial en la guardia de seguridad de Yasser Arafat. Los miembros de ese grupo fueron responsables por lo menos de 25 ataques a tiros en los que murieron ocho israelíes y resultaron heridos 20, agregó la nota.
Israel ha acusado en repetidas ocasiones a la Autoridad Palestina de Arafat de participar en la violencia contra los israelíes. Sharon, quien asumió el poder la semana pasada, dijo que no reanudará las negociaciones de paz hasta que los palestinos cesen sus ataques.
La declaración dijo que los tres admitieron haber sido enviados por sus camaradas en Ramala para detonar el domingo una bomba en el barrio de Neve Yaakov, en la zona oriental de Jerusalén, cerca de la sede militar, además de ser planeados otros ataques dinamiteros.
Israel denunció que la oficina de Arafat facilitó entrenamiento a esa célula y que nada hizo para evitar los ataques. Según la nota, el grupo, que llamó "una organización terrorista", sigue activo en Ramala, un centro comercial y político al norte de Jerusalén.
Con todo, Israel aflojó este jueves las restricciones de desplazamiento en zonas palestinas y abrió varios controles carreteros en Cisjordania, además de permitir la entrada de vehículos de carga en la Franja de Gaza y que reanuden sus labores los pescadores palestinos.
Sin embargo, el gobierno de Sharon decidió que los palestinos continuarán sin poder entrar en Israel, al igual que en los últimos seis meses. En la aldea cisjordana de Hebrón, los soldados hebreos arrojaron una granada de aturdimiento al patio de una escuela durante el recreo, hiriendo levemente a cinco escolares que fueron asistidos de quemaduras y shock. El ejército no formuló comentarios, pero varios testigos indicaron que fueron arrojadas piedras desde la escuela.
El cadáver de un palestino de 17 años fue encontrado el jueves en un naranjal cerca de la aldea cisjordana de Qalqiliya, con una herida de bala en la cabeza. Los lugareños dijeron que al parecer la víctima fue baleada por los soldados israelíes que dispersaron el miércoles por la noche a un grupo que arrojaba piedras. El ejército dijo que sólo disparó balas recubiertas de goma.
Desde que estalló la violencia el 28 de septiembre, tras la visita de Sharon a un santuario disputado en Jerusalén, 427 personas murieron en la violencia callejera, 350 de ellas palestinas, 57 judíos israelíes y 19 otras.
En la parte oriental de Jerusalén, los palestinos observaron una huelga general en protesta contra las restricciones de viaje impuestas por Israel, lo que perjudicó la economía del sector oriental de la ciudad.
En un control carretero israelí en la aldea cisjordana de Ramala, el tránsito rodado transcurrió el jueves sin novedad tras varios días de enormes embotellamientos que duraron horas y se extendieron por varios kilómetros.
El alivio de las restricciones tuvo lugar tras reunirse el miércoles por la noche el Gabinete de Seguridad israelí, un grupo de 13 ministros que vigila la situación en las áreas palestinas. Fue la primera sesión del Gabinete de Seguridad desde que Sharon subió al poder a principios de mes.