MEXICO DF.- Los Líderes rebeldes zapatistas pretenden ir este jueves a las afueras del Congreso mexicano, un día antes de abandonar la capital, para recriminar a los legisladores no haberlos escuchado en su defensa de un proyecto de ley sobre derechos indígenas.
El Presidente de México, Vicente Fox, aún tenía, en tanto, aspiraciones de reunirse con el "subcomandante Marcos", líder político del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), tras haberlo invitado a sostener un encuentro el viernes, antes de que regrese a su reducto, en el sureño estado de Chiapas.
"Espero que el próximo viernes nos podamos reunir", dijo Fox durante una gira por el estado norteamericano de California. Los zapatistas, acampados desde hace 11 días en una escuela de antropología en el sur de la ciudad de México, recibieron en la medianoche del miércoles la invitación formal de Fox de manos del comisionado para la paz en Chiapas, Luis Alvarez.
Marcos y otros 23 jefes guerrilleros, que realizaron una marcha de dos semanas hacia la capital, regresarán el viernes a las selvas del sur del país por considerar que el Congreso no les prestó la atención debida.
La inédita marcha tuvo como objetivo buscar un encuentro con los congresistas para convencerlos de aprobar un proyecto sobre derechos y cultura indígenas que recoge muchas de las demandas del EZLN cuando se alzó en armas el 1 de enero de 1994.
Sin embargo, los rebeldes y los líderes legislativos no pudieron ponerse de acuerdo sobre el formato del encuentro. Mientras Marcos quería una audiencia con todos los 500 diputados y 128 senadores, el Congreso planteó recibirlos en una reducida comisión de 20 legisladores.
Los zapatistas, acompañados de simpatizantes y miembros de organizaciones indígenas, realizarán su protesta a las afueras de la Cámara de Diputados, en un barrio del oriente de la capital.
En el mitín, que está programado para las 16.00 hora local (22.00 GMT), se espera que Marcos responda a la invitación que le hizo Fox para reunirse.
Casi imposible reunión de zapatistas y legisladores
Las llamadas Juntas de Coordinación Política, máximos órganos de gobierno del Congreso, sostuvieron el miércoles un extenso encuentro privado en el que no pudieron llegar a un acuerdo sobre el formato del diálogo con los zapatistas.
El principal punto de discordia entre los diversos grupos parlamentarios fue que la "comandancia" zapatista pueda subir a la tribuna a explicar "las bondades" de la iniciativa de ley, que es apoyada por la bancada del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD).
"Los 628 parlamentarios expresan su disposición para tener un encuentro con los zapatistas, a efecto de hallar un formato de diálogo, cuyas características están dispuestos a tratar de construir juntos", dice una misiva que hará llegar el jueves el Congreso a los zapatistas.
Sin embargo parecía difícil que se pudiera establecer un acuerdo entre el EZLN y los congresistas para sostener un encuentro antes de que los jefes de la guerrilla abandonen la ciudad de México.
Marcos acusó a parlamentarios del derechista Partido Acción Nacional (PAN) de Fox y al ex gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) de detener el proceso de pacificación en el que las pláticas de paz están suspendidas desde septiembre de 1996.
"Son estas fuerzas y no todo el Congreso de la Unión quienes han abortado el diálogo que hubiera sido definitivo para la paz", dijo Marcos el miércoles durante un multitudinario encuentro con estudiantes de la principal universidad pública del país.
Fox anunció el martes que su gobierno liberará a todos los zapatistas presos en cárceles federales y transformará tres bases militares de Chiapas en centros de desarrollo para las comunidades indígenas.
Estas acciones darían cumplimiento a dos condiciones del EZLN para sentarse nuevamente a dialogar con el gobierno. La tercera condición es que el Congreso apruebe la ley indígena.
Pero Marcos dijo que esas tres "señales" del gobierno aún no se cumplen, pues las posiciones del Ejército no habían sido desmanteladas el miércoles y los simpatizantes y prozapatistas presos aún no habían sido liberados.