LA HABANA.- El gobierno de Cuba reemplazó el sábado al ministro de Pesca, Orlando Rodríguez Romay, por lo que llamó "falta de control y vigilancia sobre la actitud y el modo de vida" de los subordinados.
Rodríguez Romay fue sustituido por Alfredo López Valdés, quien se desempeñaba como director de la empresa nacional de energía eléctrica.
Sin embargo, el gobierno emitió un comunicado en el que se refiere a Rodríguez Romay como "compañero", elogia su trabajo y sugiere que su situación no será afectada.
El cambio de Rodríguez Romay ocurre en medio de una investigación por corrupción que involucró a varios funcionarios de mediano rango, aunque el destituido ministro fue exonerado de responsabilidad en los hechos investigados, según dijo el gobierno.
"La rigurosa investigación practicada demostró que ni el ministro ni ningún otro cuadro de dirección del ministerio están implicados en tales hechos, se trata de actos aislados que atañen sólo a los involucrados", dijo un comunicado del gobierno.
Fuentes oficiales dijeron que al menos un hermano de Rodríguez Romay, o quizás dos, fueron investigados en la pesquisa sobre corrupción, por lo que a él le resultaba imposible continuar en el puesto de ministro de Pesca.
Las mismas fuentes indicaron que Rodríguez Romay trató de renunciar varias veces después de que su hermano, Raúl, director de la Marina Mercante, fue arrestado en diciembre pasado por acusaciones de corrupción.
La Marina Mercante es una dependencia del Ministerio de Pesca. ¶
Tony Rodríguez Romay, el otro hermano del ahora ex ministro de Pesca, fue director de una compañía cubana de transporte de petróleo y que, según rumores, habría sido uno de los funcionarios investigados.
El caso de Rodríguez Romay es el primero en muchos años en el que un miembro del gabinete del presidente Fidel Castro cae tras admitirse oficialmente la existencia de corrupción en las filas del gobierno, opinaron analistas extranjeros.
Los rumores del escándalo circulaban desde enero entre diplomáticos y residentes de La habana.
"Esta decisión está motivada por recientes casos de corrupción detectados en el nivel empresarial de ese organismo asociados a la aceptación de comisiones y obsequios", indicó el comunicado del gobierno.
Con la apertura de la economía cubana a la inversión extranjera y al comercio con el mundo capitalista en la última década, los funcionarios de la isla comunista han expresado preocupación por la corrupción oficial y han redoblado sus esfuerzos para combatirla.
Pero diplomáticos y empresarios extranjeros sostienen que han encontrado un grado mínimo de corrupción en las transacciones que realizan con funcionarios cubanos.
El transporte marítimo es un sector particularmente delicado para el gobierno de Castro porque el embargo económico de Estados Unidos a Cuba afecta la actividad de buques cargueros entre los dos países e impide durante seis meses el acceso a puertos de Estados Unidos de buques de terceros países que hayan atracado en Cuba.