LIMA.- Un grupo de fiscales y detectives estadounidenses del FBI se entrevistaron el martes, en la sede del congreso peruano, con la comisión parlamentaria que investiga las cuentas secretas del prófugo Vladimiro Montesinos, confirmó un asesor del congresista David Waisman.
Dos fiscales y cuatro policías de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que integran la misión tuvieron acceso a la reunión a puertas cerradas en la que los miembros de la comisión congresal interrogaron, por más de siete horas, a Juan Valencia, presunto testaferro de Montesinos.
Los funcionarios de la justicia y policías norteamericanos llegaron a Perú para investigar si las cuentas bancarias detectadas a Montesinos en Estados Unidos habrían servido para el lavado de dinero.
Las investigaciones peruanas señalan que Montesinos posee una cuenta bancaria en el Banco de Nueva York, de esa ciudad, por un monto de dos millones de dólares, según una denuncia hecha por un legislador.
Además de reunirse con la comisión presidida por el congresista Waisman, la misión estadounidense visitó al juez Saúl Peña y la fiscaAna Cecilia Magallanes, que tienen entre sus causas expoedientes abiertos contra personas que trabajaron en la red de corrupción que manejó Montesinos durante el ex gobierno del destituido presidente Alberto Fujimori.
También se entrevistaron con el encargado de la presidencia del Congreso, Carlos Ferrero.
A mediados de diciembre, Washington envió a Lima a un funcionario del FBI para que colabore con el nuevo gobierno peruano en la búsqueda del fugitivo ex jefe de los servicios secretos, Vladimiro Montesinos.
Montesinos huyó de Perú a fines de octubre por mar y podría estar en Venezuela, donde se habría sometido a una cirugía estética. El ex hombre fuerte del régimen de Fujimori es acusado de asesinato, abusos contra los derechos humanos, narcotráfico, tráfico de armas, enriquecimiento ilícito y corrupción de funcionarios.
Montesinos tuvo una relación con la Central de Inteligencia Americana (CIA) a nivel de instituciones y no de personas, dijo entonces el embajador John Hamilton.