KINSHASA, Congo.- Cuatro meses después de llegar al poder, el Presidente del Congo Joseph Kabila destituyó a todos los miembros de su gobierno, y señaló que desea controlar una situación nacional que empeora a diario.
Kabila, de 29 años llegará el jueves a Alemania para realizar "una campaña de explicaciones" a su pueblo y el mundo "con vistas a remediar los problemas del país".
Los servicios gubernamentales quedaron restringidos, por un decreto presidencial emitido la noche del miércoles, a aquellos que son básicos para el funcionamiento diario, según el portavoz presidencial Ngwej Katot.
Hasta ahora Kabila había dejado intacto el liderazgo civil que heredó de su padre, el presidente Laurent Kabila, asesinado en circunstancias misteriosas en enero.
Laurent Kabila, que toda su vida estuvo en las filas rebeldes, tomó el poder en 1997, y perpetuó décadas de corrupción y gobierno opresivo de sus predecesores. Durante su cuarto año de gobierno la nación cayó en una guerra civil que atrajo a los ejércitos de cinco países extranjeros, y que muchos llaman la primera guerra mundial africana.
Su hijo Joseph "está perfectamente consciente de la situación económica y social que prevalece en su país, y se preocupa por ella", según un comunicado gubernamental emitido la noche del miércoles, en que fueron anunciados los despidos.
Los rebeldes congoleños se levantaron en armas en 1998 para derrocar a Laurent Kabila, y contaron con el apoyo de Ruanda y Uganda, naciones que acusaron al difunto presidente de dar asilo a movimientos armados que amenazaban su seguridad.
Por su parte, Zimbabue, Angola yesiones mineras.
Miles de personas han muerto durante la guerra y 2 millones de congoleños han tenido que huir del país, ocupado por movimientos rebeldes y aliados extranjeros.
Kabila no dijo cuándo nombrará un nuevo gabinete.
El joven Presidente fue elogiado por el gabinete de su padre, quien murió a manos de uno de sus guardias personales.
