LA PAZ.- El gobierno boliviano no erradicará todos los cultivos de hoja de coca que habían sido declarados como ilegales en diciembre pasado, después de que un satélite estadounidense los detectara.
El ministro de Gobierno, Guillermo Fortún, dijo el jueves a la prensa internacional y a un grupo de directores de medios nacionales que las 300 hectáreas sembradas en la norteña localidad de Apolo, departamento de La Paz, que inicialmente habían sido declaradas como ilegales, "no serán tocadas".
"No se erradicará en Apolo", dijo Fortún ante una pregunta de la AP.
Según el ministro, la única zona donde se arrancarán cultivos ilegales es la de los Yungas, valle cuya cabecera se encuentra 120 kilómetros al noreste de La Paz, donde hay 1.700 hectáreas de esas plantaciones.
El informe oficial divulgado en diciembre y ratificado hasta hace pocos por el gobierno indicaba que había 2.000 hectáreas ilegales en Bolivia, las 1.700 de los Yungas y las 300 de Apolo.
Pero ahora Fortún señala que la coca plantada en Apolo "es legal" y que no podrá precisar hasta dentro de una semana dónde están esas 300 hectáreas ilegales detectadas inicialmente por el satélite norteamericano.
Según informes de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, con 300 hectáreas se pueden producir hasta 6.750 kilogramos de cocaína por año.
El gobierno erradicó en los últimos tres años más de 30.000 hectáreas en la región central del Chapare, otrora la de mayor producción de coca y cocaína de Bolivia.
Sin embargo, la destrucción de cultivos en esa zona se inició a mediados de los 80. Desde ese entonces hasta la fecha, esa lucha cobro, según informes de prensa, 105 muertos: 60 policías y militares y 45 civiles.
El gobierno se había comprometido ante el país y ante gobiernos extranjeros como los el de Estados Unidos, el mayor financiador de la lucha antidroga en este país, a destruir las 2.000 hectáreas ilegales detectadas, pero ahora no sabe dónde quedaron las otras 300 que supuestamente se encontraban en Apolo.