TOKIO.- Japón presentó este viernes un paquete de medidas para impulsar su economía, y que enfrentará los profundos problemas que aquejan al sector financiero, causante de las trabas que afectan su crecimiento desde hace una década.
El paquete está destinado a ayudar a los bancos a deshacerse de una montaña de préstamos malos y reducir su vulnerabilidad ante los vaivenes del mercado de valores, al conformar un fondo para comprar parte de sus 43 billones de yenes (unos 346.000 millones de dólares) en posiciones accionarias.
El Primer Ministro, Yoshiro Mori, quien anunció su largamente esperada dimisión el viernes, dijo que la economía necesitaba un empujón porque la recuperación se había estancado debido a una desacelerada demanda privada.
"Los problemas estructurales están detrás de esas condiciones económicas débiles y nuestra prioridad es llegar a la raíz de esos problemas", dijo Mori en una reunión del gobierno y los partidos de coalición oficialistas convocada para aprobar las medidas.
Los mercados financieros inicialmente recibieron en forma positiva el paquete, que enfrentará algunos de los problemas centrales de Japón sin recurrir a un enorme gasto fiscal, un elemento de incontables programas pasados.
Sin embargo, el índice referencial Nikkei de la Bolsa de Tokio corregía levemente en 0,25 por ciento, a 13.348 puntos a media tarde japonesa, luego de reaccionar con alza inmediatamente después del anuncio.
El ministro de Asuntos Económicos, Taro Aso, dijo que el gobierno así como la población se estaban dando cuenta que se necesitaban dolorosas reformas para poner a la segunda economía del mundo de regreso a un crecimiento más activo, después de una década en que la expansión ha promediado sólo 1 por ciento.
Los inversionistas calificaron las medidas como un paso en la dirección correcta, pero dudaron si serán implementadas rápidamente y en forma completa. Los funcionarios, por ejemplo, no dieron un tiempo límite para preparar las leyes que establezcan al organismo que comprará las acciones.
"Diría que esos son pasos bastante importantes, pero no significan de ninguna manera el final de la historia. Este es uno de una serie de paquetes que veremos este año", dijo Peter Tasker, director de estrategia de Arcus Investments en Tokio. El gobierno estaba enfrascado en la elaboración del plan debido a la amplia caída en la ya frágil economía, que envió los precios de las acciones a niveles mínimos en 16 años el mes pasado
La coalición oficialista dijo que el programa de medidas se implementará sea quien sea el próximo primer ministro, tras la dimisión de Mori, y que resultará de la elección del presidente del dominante Partido Liberal Demócrata (PLD) el 24 de abril.
Medidas necesarias
El paquete propuso un límite de dos años para que los bancos se deshagan de los actuales préstamos a deudores que ya est_n quebrados o en riesgo de bancarrota, y un límite de tres años para nuevos créditos fallidos.
Los 16 principales bancos de Japón tenían 12,7 billones de yenes (101.300 millones de dólares) en préstamos en la categoría de dos años a fines de septiembre pasado. Pero la principal debilidad del programa, según los analistas, es que no depura a los bancos de otros préstamos que son muy inestables.
En tanto, los 43 billones de yenes en acciones que poseen los bancos equivalen actualmente a cerca del 135 por ciento de su capital base, constituyendo, por ende, un enorme peso cuando el mercado de valores se desploma. Los bancos ya han vendido grandes bloques de esas acciones, adquirida años atrás para cimentar lazos con las compañías deudoras, y han reconocido la necesidad de reducir la posesión de otra gran cantidad.
Para permitirle hacer eso sin afectar al debilitado mercado de valores, el plan prevé establecer una entidad parcialmente estatal que pueda acercarse a garantías del gobierno o fondos de la segura red bancaria respaldada por el Estado, la Corporación de Seguros de Depósitos.
El paquete también incluye exenciones fiscales, medidas para estimular la inversión en el mercado de valores.