BUENOS AIRES.-El ex Presidente argentino Carlos Menem salió hoy a defender su gestión y la de sus colaboradores implicados en el tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador, uno de los mayores escándalos de corrupción en sus diez años de gobierno.
"Desde el punto de vista de mi gobierno, todos los trámites fueron llevados a cabo bajo un control estricto de los organismos que manejan ese tipo de negocios, por lo que no hay motivos para involucrarme en esos hechos", declaró a la radio bonaerense "Mitre".
Carlos Menem se refirió así a la firma de los decretos que entre 1991 y 1995 autorizaron ventas de armas argentinas a Panamá y Venezuela, cargamentos que fueron desviados a Croacia y Ecuador, respectivamente, en violación a prohibiciones internacionales.
"Habría que ver qué es lo que pasó después" de que se firmaran los decretos, comentó el ex Presidente, quien aseguró que "no tiene ningún sentido, ningún asidero legal" que se lo involucre en el escándalo del contrabando de armas.
Menem sostuvo que "pondría las manos en el fuego" por Emir Yoma, uno de sus ex cuñados y antiguo asesor, quien fue detenido el sábado pasado bajo el cargo de formar parte de una "asociación ilícita" para traficar armamentos.
"Yo creo que es inocente, pero hay que esperar a que se pronuncie la Justicia", apuntó, tras indicar que habló por teléfono con su ex cuñado y lo encontró "tranquilo" y "a la espera de que se resuelva su situación".
El ex Presidente destacó que Yoma "no era funcionario" cuando se firmaron los decretos de venta de armas, que además suscribieron quienes ocupaban las carteras de Defensa, Economía y Relaciones Exteriores.
"No veo por qué (Yoma) se puede haber metido, en caso de ser cierto, en este negocio", comentó Menem, para quien "si hay responsables tendrán que pagar como corresponde ante la Justicia".
"Si la quieren seguir buscando (a este tema) se van a encontrar con una pared a partir de la limpieza de los trámites de los expedientes", subrayó.
Entre 1991 y 1995, Croacia recibió 6.500 toneladas de fusiles, cañones y municiones argentinos, en cargamentos cuyo destino final en principio era Panamá, a pesar de que ese país carece de Fuerzas Armadas desde 1990.
Argentina envió a Ecuador 5.000 fusiles y 75 toneladas de municiones argentinas en febrero de 1995, cuando ese país libraba una guerra no declarada con Perú por la posesión de territorios de la Amazonía andina. Venezuela negó haber gestionado la compra del cargamento que se desvió a Ecuador.