TOKIO.- La carrera para seleccionar a un sucesor del impopular Primer Ministro japonés Yoshiro Mori entró hoy en una nueva etapa cuando la lucha por el liderazgo se trasladó de los oscuros acuerdos tras bastidores a la arena pública.
El veterano político Shizuka Kamei, del Partido Democrático Liberal (PSL), declaró su candidatura a la presidencia de la agrupación, lo que sumó un nuevo drama a la elección interna del 24 de abril de una figura que despliegue el liderazgo que necesita el país.
"Yo implantaré mi propia política", dijo Kamei, un proponente de gastos públicos para alentar el crecimiento económico, en una reunión de su facción, la tercera en tamaño dentro del PDL.
El ganador de la carrera del partido probablemente se convertirá en el próximo Primer Ministro de Japón, debido a la mayoría del PDL en la Cámara Baja del parlamento.
Kamei, emergiendo de un tradicional papel tras bastidores, planteó un reto sorpresivo a sus rivales, al llamar a un debate abierto sobre un recorte de los impuestos sobre la venta de tres a cinco por ciento potencialmente controversial.
Se espera que Kamei tiene ante sí una batalla contra el ex Primer Ministro Ryutaro Hashimoto, quien tiene el apoyo del mayor bloque dentro del PDL y la facción número dos de Junichiro Koizumi.
El ministro de Economía, Taro Aso, se unió hoy a la lista de posibles candidatos para reemplazar a Mori.
Considerado con pocas probabilidades, Aso ha estado ocupado en pulir su imagen desde que viajó con Mori a Washington para una cumbre con el Presidente George W. Bush que se concentró casi exclusivamente en los problemas económicos que afectan al sector bancario.
"Lo importante ahora para Japón es la economía. Me gustaría expresar mi opinión sobre esto y dijo que estoy interesado en aspirar al puesto", dijo Aso a los reporteros.
Añadió que, sin embargo, no estaba declarando su candidatura oficial porque necesita 20 patrocinadores que lo nombren como candidato.
Independientemente de quién sea el candidato, las elecciones para la Cámara Alta de julio proyectan una sombra sobre la carrera y probablemente forzarán al ganador a renunciar a menos de tres meses en el cargo.
Hashimoto, considerado el favorito, sufrió un tropiezo cuando su facción no pudo acordar su aprobación el lunes debido a una pequeña revuelta de los miembros más jóvenes.
Koizumi obtuvo el lunes el apoyo de la facción que él preside nominalmente, pero sugirió que podría abandonar la facción para mejorar sus probabilidades. Los dirigentes tradicionales de los partidos han perdido mucha popularidad entre los votantes.