RIO DE JANEIRO.- Un nuevo accidente en una de las plataformas marítimas de la firma de Petróleo Brasileño (Petrobras) causó hoy un derrame de crudo de dimensiones aún no determinadas y obligó a la empresa a evacuar a 143 trabajadores de la instalación.
El accidente, que no dejó víctimas ni heridos, ocurrió casi un mes después de que tres explosiones en la plataforma marítima P-36 de Petrobras, la mayor del mundo, mató a once personas y mandó a pique la gigantesca estructura.
"Un accidente en uno de los pozos de producción en la cuenca marítima de Campos provocó a las 04.45 de la madrugada de hoy (07.45 GMT) una fuga de crudo, pero no hubo explosiones hasta ahora", dijo a EFE una portavoz de Petrobras, empresa estatal.
El presidente del sindicato de petroleros en Campos, Fernando Carvalho, aseguró, en declaraciones a la red de televisión "Globo", que el accidente causó tanto una fuga de petróleo como de gas natural y que fue seguido por una explosión.
Como medida de precaución, Petrobras evacuó inmediatamente a su personal en la plataforma P-7 del Campo de Bicudo, ubicada a unos 120 kilómetros del litoral norte de Río de Janeiro, y trasladó a los 143 trabajadores a las plataformas vecinas.
"Apenas permanecen a bordo de la plataforma 37 trabajadores que son miembros de las brigadas de incendio y emergencia de Petrobras", dijo la empresa estatal en un comunicado.
Con el fin de intentar contener la mancha de petróleo, la petrolera brasileña envió diez barcos hacia el Campo de Bicudo, de donde extrae petróleo y gas natural hace más de dos décadas.
"Equipos de Petrobras sobrevuelan el área para evaluar la cantidad de crudo que vertió al mar y la empresa ya accionó su plan de contingencia" para evitar una tragedia ambiental, agregó la compañía.
Versiones de prensa no confirmadas por la empresa indican que el vertido de petróleo se extiende por un área de unos ocho kilómetros cuadrados. Petrobras dijo que fueron apenas 13.000 litros.
El accidente de marzo en la plataforma marítima P-36 hundió la estructura valorada en 500 millones de dólares y que extraía unos 84.000 barriles diarios de crudo.
Dicha plataforma yace ahora a una profundidad de 1.360 metros en una región de la cuenca marítima de Campos, y junto a ella se fueron también a pique los planes de Petrobras de convertir a Brasil en un país independiente en términos de petróleo.
Además, la pérdida de la P-36 arruinó la meta del Gobierno de cerrar este año con un superávit comercial. Ello debido a que la firma estatal tendrá que aumentar sus importaciones de crudo en cerca de 700 millones de dólares anuales.
Desde enero del 2000, Petrobras fue responsable de por lo menos cinco graves accidentes ambientales, entre ellos el derrame de unos cuatro millones de litros de crudo sobre un afluente del río Iguazú, ocurrido en junio del año pasado.