PRETORIA, Sudáfrica.- Un grupo de empresas farmacéuticas transnacionales retiró este jueves una demanda contra una ley sudafricana que podría proporcionar medicamentos más baratos contra el sida para millones de africanos.
La demanda para proteger derechos de patente y utilidades de las farmacéuticas fue considerada por grupos de derechos humanos y activistas contra el sida como un hito en la lucha por facilitar medicamentos para las 26 millones de personas infectadas por el VIH en Africa.
La ley, que jamás se ha implementado, permitiría al gobierno importar o producir versiones genéricas más baratas de los medicamentos patentados.
"No hay duda que salieron con un ojo morado", dijo Mark Heywood del grupo Campaña de Acción para Tratamiento, al referirse a gigantes como Merck, Bristol-Myers Squibb y Glaxo Wellcome. "Yo creo que esto alentará a los países en vías de desarrollo en todo el mundo a luchar por medicamentos de precio asequible".
Manto Tshabalala-Msimang, la ministra de Salud, dijo que Sudáfrica no se comprometió en ningún pacto. Por su parte las empresas acordaron pagar todos los costos del juicio.
Tshabalala-Msimang implicó que el dictamen no significa que el gobierno planee empezar a proporcionar de inmediato medicamentos antiretrovirales a pacientes de sida, ya que no tiene la infraestructura necesaria, entre otras cosas.
La demanda había provocado críticas contra las farmacéuticas desde que fue presentada hace seis semanas. Muchas empresas han respondido reduciendo los precios de sus productos pero incluso así, la mayoría de los africanos no puede pagar las medicinas.
Mirryena Deeb, directora ejecutiva de la Asociación de Productores de Medicamentos de Sudáfrica, dijo que la demanda se desechó como "resultado de un proceso de negociación". Agregó que el gobierno acordó consultar a las empresas cuando inicie el proceso de redacción de los reglamentos con que habrá de implementarse la ley.
En Ginebra, la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Medicamentos emitió una declaración señalando que el acuerdo equilibra las necesidades de salud con el respeto de la propiedad intelectual.
La Organización Mundial de la Salud y el grupo Médicos sin Fronteras manifestaron su beneplácito por el acuerdo.