BEIJING.- China y Estados Unidos terminaron este jueves sin llegar a ningún acuerdo las conversaciones sobre el incidente del avión espía norteamericano. Ambas partes endurecieron sus posiciones y se acusaron mutuamente de haber causado el accidente.
Estados Unidos puso sobre la mesa una propuesta concreta para la devolución del avión, que debía llevarse a cabo a través de la vía diplomática, dijo el jefe de la delegación estadounidense, Peter Verga. China, sin embargo, prevé seguir con las negociaciones.
La parte estadounidense propuso negociar en el marco del tratado conjunto firmado en 1999 para evitar este tipo de incidentes en el mar y sobre el diálogo de las marinas de ambos estados.
El diferendo actual se originó el pasado 1 de abril cuando un avión de reconocimiento estadounidense colisionó con un caza chino sobre el mar de la China Meridional, después de la cual la nave norteamericana hizo un aterrizaje de emergencia en la isla china de Hainan.
"Sobre el motivo del accidente hemos insistido en nuestro punto de vista", dijo Verga. "En este punto estamos claramente en desacuerdo", agregó, y subrayó que el avión estadounidense no tiene ningún tipo de culpa. El funcionario estadounidense no mencionó nada sobre la exigencia de China de suspender las misiones de los aviones espía.
Pese a las reconocibles diferencias, Verga había dicho a mediodía (local) tras casi dos horas de conversaciones que éstas habían sido "muy productivas".
Esta mañana, Estados Unidos había amenazado con romper las negociaciones a la vista de la falta de avances. Pero entonces China se mostró dispuesta a tratar el tema de la devolución del aparato, por lo que la delegación de Washington regresó a la mesa de negociaciones.
La portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores, Zhang Qiye, dijo que las conversaciones habían sido "muy abiertas y útiles para la comprensión mutua".
La funcionara reiteró las acusaciones y exigencias de China y apenas quiso confirmar si se había tratado la devolución del avión. Dijo que la investigación no se había cerrado y que el destino del aparato dependería de los resultados.
Asimismo afirmó que Estados Unidos era el principal responsable y que debía detener los vuelos de espionaje. Acerca de si se podían evitar los daños a la relación bilateral, la portavoz dijo que eso "dependía de si la parte estadounidense daba una respuesta positiva a las exigencias chinas".
Finalmente agregó que Verga había negado cualquier responsabilidad y que había subrayado el derecho de su país a proseguir con los vuelos de espionaje.
Se quejó además de que estas misiones últimamente se habían incrementado y acusó a los aparatos estadounidenses de realizar "maniobras agresivas y muy peligrosas".
Dejó claro que sin una respuesta adecuada a las peticiones de China sería difícil resolver otros temas. Zhang concluyó que "razón principal" del incidente eran los vuelos espía cerca de aguas territoriales chinas.