QUEBEC.- La sobriedad y la elegancia de los asistentes presidió hoy la apertura de la III Cumbre de las Américas en Québec, en la que participan 34 gobernantes democráticos de América.
El acto oficial se celebró en el salón de baile del hotel Hilton de Québec, con casi hora y media de retraso sobre la agenda oficial, debido a incidentes entre manifestantes y la policía en el exterior del recinto urbano cerrado a cal y canto a la población quebequesa.
El Primer Ministro canadiense, Jean Chrétien, anfitrión de la Cumbre, inauguró la reunión con un discurso de tres páginas leído en francés e inglés, las dos lenguas oficiales del país.
Chrétien dijo en su discurso que eran "inaceptables" y contrarias a los valores democráticos las manifestaciones de organizaciones que se oponen a la globalización, que han empañado las jornadas previas a la reunión y que han prometido más acciones hasta que ésta termine, el domingo próximo.
Antes del discurso, una orquesta de la Policía Montada de Canadá, deslumbrando a los invitados con sus llamativos uniformes de gala rojos, dio la bienvenida a los asistentes con unos acordes del "Dios salve a la Reina", himno nacional británico, por ser Isabel II formalmente jefa del Estado en Canadá.
Al salón de baile del hotel, convertido para la ocasión en un auditorio, llegaron en primer lugar los invitados especiales de las distintas delegaciones, las primeras damas y finalmente los 34 gobernantes.
Las primeras damas asistentes, que tienen un programa propio durante la Cumbre, iban casi todas vestidas con trajes de chaqueta cortos en tonos negros, azules, malvas, rosas o café.
El cortejo de Presidentes y Primeros Ministros lo encabezó el jefe del Estado de Venezuela, Hugo Chávez, y lo cerró el anfitrión, Chrétien, entre los aplausos de los invitados.
Las cámaras de la televisión oficial de la Cumbre siguió los pasos de todos ellos, especialmente de George B. Bush, presidente de EEUU, debutante hoy en un foro internacional.
La única mujer Presidenta, la panameña Mireya Moscoso, destacó, elegante, entre los trajes oscuros de los gobernantes masculinos, a juego con la sobriedad del acto.
A la reunión sólo faltó el Presidente transitorio de Perú, Valentín Paniagua, representado por el ministro de Relaciones Exteriores, Javier Pérez de Cuéllar, y el gobernante más antiguo de América, el Presidente cubano Fidel Castro, permanentemente ausente por exclusión de los foros panamericanos, pero siempre presente por una u otra razón en las evocaciones de sus homólogos.