LONDRES.- Gran Bretaña va a flexibilizar su política de sacrificios masivos de ganado al observar una propagación más lenta de la fiebre aftosa, indicó este jueves un portavoz gubernamental.
"Phoenix" es un ternero de 12 días que escapó por milagro a una muerte anunciada en el marco de la campaña de matanzas masivas para combatir la epizootia. De un lado, el Ministerio de Agricultura reclamaba sacrificarlo, del otro, la opinión pública quería salvarle la vida.
"Phoenix" sobrevivió hace una semana a la destrucción de varias decenas de ovejas y vacas, entre estas su propia madre, tras descubrirse un brote de fiebre aftosa en una ganadería vecina.
Cinco días después de esa matanza, personal del Ministerio de Agricultura se presentó en las granjas para desinfectar los restos de los animales sacrificados y oyeron los cansinos mugidos del becerrillo, traumatizado, hambriento y deshidratado, recostado sobre el cuerpo inerte de su madre.
El animalito fue alimentado con biberón y cuando estaba ya casi repuesto llegó un equipo de veterinarios para consumar su siniestra labor y abatir al ternero. Pero sus propietarios se negaron a entregarle el animal.
El Gobierno no precisó cuál va a ser su nueva política frente a la crisis de fiebre aftosa, pero todo incita a pensar que, ante la disminución del número de focos de la enfermedad, se procederá a aligerar la drástica matanza preventiva de animales sanos.
Actualmente el promedio diario de nuevos casos de aftosa es de 16, frente a más de 40 cuando la crisis arreció más. Según los servicios veterinarios, la epizootia habrá termiado ya n junio, con lo cua podrán celebrarse normalmente las elecciones legislativas anticipadas, el 7 de se mes.
El Gobierno británico fijó como norma abatir todos los animales residentes en los alrededores de los focos de infección.
El número total de casos confirmados de fiebre aftosa se eleva a 1.483 desde la aparición de este desastre el 19 de febrero. El número de animales sacrificados o condenados a muerte asciende a 2,5 millones.