BOGOTA.- Tropas del ejército colombiano que participan en una ofensiva contra la guerrilla y el narcotráfico en una zona selvática del este del país descubrieron el viernes varias fosas comunes con 11 cadáveres, informó un comandante militar.
El hallazgo de las fosas tuvo lugar en las selvas del departamento del Vichada, fronterizo con Venezuela, en el marco de la Operación "Gato Negro", en la que fue capturado hace una semana el narcotraficante brasileño Luis Fernando Da Costa, alias Fernandinho.
"Encontramos varias fosas comunes con 11 cuerpos que al parecer corresponden a guerrilleros, campesinos o personas que estaban secuestradas y fueron ajusticiadas", dijo a Reuters el general Arcesio Barrero, comandante de la cuarta brigada del ejército.
"Todos tenían tiros de gracia ocasionados con fusil en la cabeza", precisó el oficial telefónicamente desde la ciudad de Villavicencio, su sede de operaciones.
Las fosas fueron descubiertas en campamentos ubicados en medio de la selva y abandonados por rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el principal grupo rebelde del país con 17.000 combatientes.
Los guerrilleros, a los que el ejército les ha descubierto y destruido laboratorios para el procesamiento de cocaína, huyen por la jungla de la gigantesca operación militar, en la que participan unos 3.800 efectivos apoyados por aviones, helicópteros y lanchas.
Barrero denunció recientemente que las FARC, que mantienen una negociación de paz con el gobierno del presidente Andrés Pastrana y buscan cambios socialistas, mantenían negocios de narcotráfico con Da Costa, quien fue deportado el martes a Brasil desde Bogotá.
El denominado capo de capos de Brasil sacaba en aviones y desde pistas clandestinas de aterrizaje los cargamentos de cocaína producidos por las FARC en sus laboratorios y a cambio les entrega armas y dinero en efectivo, según el ejército.
El gobierno de Colombia asegura que el narcotráfico es el combustible que alimenta el conflicto interno que azota este país andino desde hace 37 años y que sólo en la última década dejó 40.000 muertos.
Pero las FARC niegan nexos con el narcotráfico e insisten en que es una excusa de Estados Unidos para involucrarse en el conflicto.
Barrero admitió la posibilidad de que se descubran más fosas con cadáveres y explicó que pudo tratarse de una purga al interior de la guerrilla.
Las purgas al interior de las FARC son frecuentes y los combatientes de esta organización suelen ser ejecutados por intentos de evasión, faltas al régimen interno de la guerrilla o por sospechas de ser infiltrados de las fuerzas armadas.