WASHINGTON.- Irán permanece en el año 2000 al frente de la lista de los países que apoyan más actividades terroristas, incrementando su colaboración con grupos involucrados en el conflicto en Oriente Medio, según el más reciente informe del Departamento de Estado.
El Cuerpo de Guardias Revolucionarios y el Ministerio de Inteligencia y Seguridad "continuaron involucrados en la planeación y ejecución de actos terroristas y apoyaron a una gran variedad de grupos que utilizan el terrorismo para conseguir sus metas", dice el reporte, divulgado el lunes.
Irán se mantuvo particularmente activo en el apoyo de las guerrillas del Jezbolá en Líbano y de grupos palestinos opuestos al proceso de paz, añade el documento. Dichos grupos se han adjudicado muchos ataques durante los recientes enfrentamientos palestino-israelíes.
Los ataques habrían roto con más de dos años sin una gran operación terrorista en la región.
Irán ha sido calificado por Washington como el país que más apoya el terrorismo durante unos 10 años, dijo un funcionario del departamento, bajo condición de anonimato.
El reporte considera que "las respuestas agresivas de los conservadores de línea dura" en Irán obstruyeron a las fuerzas moderadas que triunfaron en las elecciones parlamentarias de febrero del 2000.
"Las declaraciones de líderes de Irán manifestaron una hostilidad inflexible hacia Israel", según el informe. "El líder supremo, Ayatola Alí Jamenei, continuó refiriéndose a Israel como un "tumor canceroso" que debe ser extirpado".
El informe, de 91 páginas, refirió que 19 estadounidenses murieron en ataques terroristas el año pasado, incluidos los 17 marinos muertos el 12 de octubre, en un ataque a un barco en Yemen. La cifra representó un incremento de 8% respecto de 1999.
La mayor disminución en actos terroristas ocurrió en Europa Oriental, de 85 a 30, con unos cuantos ataques en Alemania, Grecia e Italia, y sin hechos de esta índole en Turquía.
Según el estudio, los extremistas islámicos de todo el mundo continuaron usando a Afganistán "como un campo de entrenamiento y una base de operaciones para sus actividades terroristas globales en el 2000".
El régimen Talibán afgano "permitió la operación de instalaciones para entrenamiento y adoctrinamiento, dirigidas a no afganos, y proporcionó apoyo logístico a los miembros de varias organizaciones terroristas y muyahedines, incluidas aquellas que libran guerras santas en el centro de Asia, Chechenia y Cachemira", puntualizó el informe.