MOSCU.- Con llamamientos a poner fin a la monopolización de los medios informativos por parte del Estado, se recordó hoy en Rusia el Día Internacional de la Libertad de Prensa.
"Los ataques contra la libertad de prensa son cada vez más insistentes y sofisticados, y nos tratan de persuadir de que hay cosas más importantes que esa libertad", afirmó hoy la Unión de Periodistas de Rusia (UPR).
En una declaración pública, la UPR recalcó que los "últimos acontecimientos (en Rusia) no dan pábulo a mirar el futuro con optimismo".
El pasado mes de mayo, el Estado se hizo con el control de la cadena de televisión NTV y el semanario "Itogui", medios informativos del grupo Media-Most, perteneciente al magnate Vladímir Gusinski, un ácido crítico de la política del Kremlin.
Media-Most perdió también el diario "Sevodnia", que fue cerrado, y del antiguo imperio mediático actualmente sólo quedan la radioemisora Eco de Moscú y la red de cadenas regionales de televisión TNT.
"Hoy vemos cuán lejos está nuestra realidad de los principios refrendados en los documentos internacionales y en nuestras leyes", afirmó hoy el ex ministro ruso de Prensa Mijaíl Fedótov, que también fue embajador de su país ante la Unesco.
Según Fedótov, unos de los autores de la ley de Prensa vigente en Rusia, "lo que ocurre en los medios informativos muestra que el periodismo ruso fenece y que se ha convertido en un botín de los encargados de relaciones públicas". "Debemos poner fin a la monopolización, en primer lugar por parte del Estado, de los medios informativos", añadió.
Fedótov ya había denunciado que el ministerio de Prensa planea una serie de enmiendas legislativas que calificó de "apetitosas hamburguesas rellenas de cianuro".
Entre éstas, el ex ministro mencionó una modificación a la ley de prensa titulada "Sobre la concesión y empleo de las denominaciones de los medios informativos".
Según Fedótov, uno de los puntos de dicho documento de hecho permite al ministerio de Prensa cerrar cualquier medio informativo.
Con la llegada al Kremlin del presidente Vladímir Putin, un ex funcionario de los servicios secretos soviéticos (KGB), en Rusia se multiplicaron las denuncias de los atropellos contra la libertad de prensa.
La doctrina de seguridad en la información, propugnada por Putin, fue interpretada en los medios liberales del país como un plan para para ejercer un control total sobre los medios informativos.
En vísperas del Día Internacional de la Libertad de Prensa, dos organizaciones internacionales, Reporteros sin Fronteras y el Comité Defensa de Periodistas, incluyeron a Putin en sus listas de enemigos de la prensa.
El director del Fondo de Defensa de la Glásnost (Transparencia), Alexéi Semiónov, ha denunciado que en Rusia "se puede hablar de fortalecimiento de la censura, que, aunque no ha sido impuesta por ley, existe de hecho en varias zonas del país.
Semiónov citó como ejemplo la región de Volgogrado, en el sur de Rusia, donde las departamentos públicos han firmado acuerdos con una serie de medios informativos que establecen que los periodistas no tienen derecho de comentar los comunicados oficiales.
El activista en favor de los derechos humanos Serguéi Grigorians dijo hoy que es "preocupante la prisa con que las autoridades restringen los espacios de la prensa independiente".
"Por lo visto, los ataques del Estado contra los medios informativos son un meta intermedia en la consecución de objetivos aún más perversos", añadió Grigoriants.
El activista, antiguo disidente soviético, no descartó la posibilidad de que próximamente los rusos tengan que volver a la práctica del "samizdat" o publicaciones clandestinas.