SKOPJE.- El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Lord Robertson, calificó el lunes como "asesinos" a los rebeldes albaneses y dijo que la OTAN le ofrecería al gobierno asesoramiento para combatirlos.
Al mismo tiempo, instó a las partes a imponer moderación en el conflicto que recrudeció la semana pasada, sugiriendo que arrastraba a Macedonia a un punto sin retorno.
Robertson declaró, antes de reunirse con funcionarios macedonios: "el mensaje de hoy al gobierno y todo el pueblo de este país es que deben retroceder del borde del desastre".
Pero puso bien en claro de qué lado estaba la OTAN al decir: "la comunidad internacional no permitirá que las instituciones democráticas sean socavadas por un montón de asesinos atrincherados en las montañas".
Además anunció que se reunirían altos oficiales del flanco sur de la OTAN con generales de Macedonia para "analizar la forma en que podemos coordinar los esfuerzos dirigidos a ayudar a las fuerzas de Macedonia" contra los rebeldes.
La lucha perdió intensidad el lunes a la tarde tras un fin de semana de frecuentes escaramuzas entre las tropas gubernamentales y los guerrilleros descendientes de albaneses que actúan en la frontera con la provincia serbia de Kosovo, fiscalizada ahora por la OTAN y las Naciones Unidas.
En Kosovo se disparó el domingo a la noche contra efectivos de paz norteamericanos y rusos. Los voceros de la OTAN dijeron que aparentemente los responsables eran rebeldes albaneses de fuera de la provincia.
Las tropas fueron atacadas cerca de la aldea de Konculj, en la zona de neutralización que separa Kosovo del resto de Serbia, sobre la frontera con Macedonia. Se informó que en la misma zona fue atacada a tiros la policía serbia el lunes a la madrugada.
Los insurgentes albaneses dijeron que actuaban independientemente de otros grupos. Pero el gobierno de Macedonia y sus aliados vincularon a los rebeldes con las guerrillas albanesas de la zona de neutralización y dijeron que ambas eran abastecidas desde Kosovo.
La OTAN puso fin a la lucha en Kosovo entre las fuerzas serbias y las guerrillas albanesas y la provincia es administrada por la ONU. Pero los descendientes de albaneses, que constituyen el 90 por ciento de la población, reclaman plena independencia y sus guerrillas apoyan a los grupos albaneses de Macedonia y la zona de neutralización.