SAN SALVADOR.- Unos 100 sismos entre los 2 y 5,3 grados de magnitud dejaron en las últimas 24 horas un muerto, derrumbes y alarma entre la población que se recupera de los potentes terremotos de enero y febrero pasado.
El Centro de Investigaciones Geotécnicas informó que los sismos se registraron desde el mediodía del martes hasta el mediodía del miércoles en distintas zonas del territorio salvadoreño.
El Centro indicó que la mayoría de los sismos tenían como epicentro la ciudad de San Vicente, en la región central. El ministro de Obras Públicas, Miguel Angel Quirós, informó en rueda de prensa que en la localidad de San Vicente y poblaciones aledañas, 44 viviendas resultaron completamente destruidas, y otras 70 dañadas.
Los movimientos fueron sensibles además en poblaciones de Honduras, Nicaragua y Guatemala. Un campesino de 36 años murió soterrado el martes al caerle una pared de adobe en la población de Conchagua, 188 kilómetros al este de la capital, dijo en entrevista telefónica a la AP William Martínez, de la oficina de Fiscalía de la localidad.
Indicó que el hombre murió cuando reconstruía su vivienda, dañada tras los terremotos de 7,6 grados de magnitud del 13 de enero y 6,6 grados del 13 de febrero pasado. El Comité de Emergencia Nacional (COEN), añadió que la serie de sismos provocó derrumbes en zonas montañosas de los departamentos de Usulután y San Miguel, en el oriente del país, y San Vicente y Cuscatlán, en la región central, donde se registraron la mayoría de los movimientos.
En la ciudad San Vicente, cuyo departamento tiene el mismo nombre, una de las zonas más golpeadas por el terremoto de febrero, decenas de pobladores durmieron en las calles por temor a más temblores.
En Apastepeque, un poblado cercano a esa ciudad, unas 40 viviendas que estaban en reparación se desplomaron. En el volcán de Chichontepec, al oeste de la localidad, se registran constantes deslizamientos de tierra y los habitantes de humildes poblados aledaños temen que se genere una actividad volcánica.
Sin embargo, el experto vulcanólogo Carlos Pullinger, del ministerio del Medio Ambiente, negó que "el enjambre de sismos" en San Vicente, genere una actividad volcánica. "Según técnicos no se reportan ningún cambio en el volcán antes, durante, ni después de los sismos", afirmó Pullinger a una radio local. "No se ven cambios ni en temperaturas, ni en flujos", agregó.
Pullinger afirmó que "es difícil de tener una relación entre los terremotos (de enero y febrero) y los enjambres de ahora. San Vicente desgraciadamente es una zona muy activa".
El Salvador ha registrado más de 7.000 movimientos telúricos desde los terremotos, que dejaron más de 1.200 muertos, 8.000 heridos y millonarias pérdidas económicas al país.