WASHINGTON.- El Presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, consideró este miércoles que sus encuentros con el Mandatario norteamericano, George W. Bush, y con el secretario de Estado, Colin Powell, son "un fresco inicio para las relaciones" de unos países que estuvieron en guerra hace dos años.
A su salida de la Casa Blanca, Kostunica se refirió "a la necesidad de que las relaciones entre los dos países se restablezcan y que lo hagan con un fresco inicio", que se podrían ver enturbiados por el caso Milosevic.
Bush se sumó durante diez minutos a la reunión que Kostunica tuvo en la Casa Blanca con el vicepresidente estadounidense, Richard Cheney, y con la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice. En el Departamento de Estado, su portavoz, Richard Boucher, calificó de "ocasión histórica la primera reunión con un líder de Yugoslavia democráticamente elegido".
Bush, según un portavoz de la Casa Blanca, se congratuló de la mejoría de las relaciones entre Belgrado y Washington, y subrayó que este país asistirá a Yugoslavia en su transición hacia la democracia y en sus esfuerzos por unirse a Europa.
Pero también pidió a su colega yugoslavo que tome "medidas concretas de cooperación" con el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la antigua Yugoslavia (TPIY), pues "la capacidad estadounidense de asistir a Yugoslavia depende de las relaciones de Belgrado con el Tribunal", agregó el portavoz.
Además de la cooperación con el TPIY, los políticos analizaron la situación de la región y en concreto la de Kosovo (sur de Serbia), por la que hace dos años EE.UU. y los aliados se enfrentaron a Yugoslavia y su entonces Presidente Slobodan Milosevic.
Sobre la cooperación con ese Alto Tribunal, Kostunica dijo que había repetido a sus interlocutores que cumplirá "con la obligación de facilitar y apoyar el cumplimiento de la ley para que el Parlamento yugoslavo proporcione cooperación legal al tribunal de La Haya", en referencia a una ley de cooperación con el TPIY que los parlamentarios yugoslavos tienen que aprobar todavía.
Ese tribunal está encargado de juzgar los crímenes de guerra y los abusos de los derechos humanos cometidos por el anterior gobierno yugoslavo, e inculpó a Milosevic, bajo arresto en su país.
Powell y la fiscal jefe del TPIY, Carla del Ponte, se reunieron el martes en el Departamento de Estado y acordaron que el Gobierno de Belgrado debería fijar una fecha para la entrega de Milosevic a La Haya, donde debe responder de las acusaciones en su contra por los crímenes que sus fuerzas cometieron en Kosovo.
El secretario de Estado dijo ayer que para presionar a Belgrado para obtener ese traslado, EE.UU. retendrá todo tipo de ayuda económica a Yugoslavia que supere los 100 millones de dólares prometidos para este año. "Hemos hablado de la cooperación entre Yugoslavia y el Tribunal de La Haya. Yugoslavia es miembro de la ONU. La cooperación debe basarse en un marco legal, en la ley. Eso es algo en lo que se ha puesto énfasis", explicó el líder yugoslavo.
Kostunica se refirió también a las buenas relaciones que "por siglos" han tenido EE.UU. y Yugoslavia, "aliados en dos guerras, pero que se rompieron en los últimos diez años y que recuperamos en los últimos meses, estableciendo formalmente relaciones diplomáticas".
El político yugoslavo aseguró que se sentía "muy animado" por el apoyo de Bush a los esfuerzos de su país para resolver "los problemas del sur de Serbia, de Kosovo, así como de las diferentes situaciones económicas y sociales" de su nación.
Sobre la situación de Montenegro, en donde una parte de la población busca la independencia de Yugoslavia, Kostunica dijo que abordó el asunto con EE.UU., "se repitió el punto de vista de europeos y estadounidenses de que hay que encontrar una solución sin hacer demasiados cambios en la estructura federal de Yugoslavia porque es lo mejor para la paz y la estabilidad de la región".
Kostunica se refirió también a la readmisión de su país en el Banco Mundial (BM) y a la celebración de la próxima Conferencia de Donantes para Yugoslavia que cuenta con el apoyo de EE.UU., aunque de alguna manera lo supedita a su cooperación con el TPIY.
"Ha sido una conversación muy franca y muy positiva, ha habido mucho entendimiento sobre la realidad de la vida en Yugoslavia, dañada por muchas cosas, por Slobodan Milosevic y su régimen totalitario", subrayó Kostunica.