BOGOTA.- El alto comisionado para la paz del Gobierno colombiano, Camilo Gómez, consideró este martes que la firma de un acuerdo humanitario con la guerrilla de las FARC para el intercambio de retenidos de ambas partes, es importante para el proceso de paz que se lleva a cabo con ese grupo insurgente.
"El acuerdo humanitario que el Gobierno busca firmar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), es importante para el proceso y debe verse como una posibilidad de libertad para los hombres del Ejército y la Policía que llevan tanto tiempo en circunstancias inhumanas" declaró Gómez a periodistas.
El Gobierno del Presidente Andrés Pastrana lleva a cabo desde enero de 1999 una negociación de paz con las FARC, en una zona desmilitarizada de 42.000 Km2 del sur del país. El grupo alzado en armas mantiene en su poder a cerca de 500 militares y policías, algunos de ellos desde hace más de tres años, y negocia con el Gobierno la liberación de los enfermos a cambio de guerrilleros en igual condición que se encuentran presos en las cárceles del país.
De otra parte, el comisionado se refirió a los contactos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), suspendidos desde el pasado 19 de abril, y dijo que "la disposición del G/bierno es plena, y estamos esperando algunos avances por parte de ese grupo que permitan el descongelamiento de los diálogos".
Gómez acompañó este martes a Pastrana en una reunión con los embajadores de los diez países amigos y verificadores del proceso con el ELN, quienes hicieron un llamado a las dos partes para que emprendan las tratativas de paz en una zona a desmilitarizar del norte del país.
Gómez indicó que durante la reunión se analizaron escenarios y alternativas que el Gobierno ha propuesto al ELN, pero se negó a revelarlas "porque están siendo estudiadas por las partes". El ELN, la segunda guerrilla del país con unos 4.500 combatientes, suspendió indefinidamente los contactos con el Gobierno, porque según adujo, éste no combate decidadamente a los paramilitares de extrema derecha, e incumplió el compromiso de desmilitarizar un área de 2.000 km2 en el sur del departamento de Bolívar (norte del país).
El grupo insurgente reclama ese territorio conformado por los municipios de Cantagallo y San Pablo (860 km al norte de Bogotá), que se ha denominado 'zona de encuentro', para realizar allí simultáneamente una convención nacional de paz con los diferentes sectores de la sociedad civil y la negociaciones de paz con el Gobierno propiamente dichas.
Aunque desde abril de 2000 Pastrana se comprometió con el ELN a desmilitarizar la zona, hasta ahora no ha sido posible hacerlo por la firme oposición militar de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, 8.000 combatientes) y algunos sectores civiles de la región.