BOGOTA.- El gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) acordaron el martes pedir al Grupo de Países Amigos del proceso de diálogo, buscar otras opciones para superar los escollos que se han presentado entre las partes.
El comisionado adjunto para la paz Jorge Eastman declaró la noche del martes que tras la conversación con los voceros del ELN, los embajadores del grupo de países amigos sostendrán en los próximos días una reunión con los comandantes del ELN en el sur de Bolívar, provincia al norte del país, buscando superar los obstáculos para reiniciar los diálogos.
Eastman, reiteró el compromiso del gobierno de seguir ''preservando intacta la decisión política de buscar la paz, mediante el mecanismo que menos costo tenga en términos de vidas humanas como lo es el del instrumento del dialogo'', dijo.
Asimismo, aseguró que esa guerrilla es ''corresponsable tanto del éxito como del fracaso'' de los diálogos y de la convención nacional que quiere realizar el ELN, antes de iniciar una negociación política con el gobierno.
Mas temprano, el ministro del Interior Armando Estrada, dijo que no había ''suspensión definitiva de los diálogos ni rompimiento con las negociaciones... esperamos que el proceso de paz con ELN se relance de manera definitiva y ojalá empiece a abrir paso a una convención nacional''.
Sin embargo, en la tarde del martes, una comisión facilitadora del diálogo, propuso que las partes se reunieran en Venezuela, para evitar inconvenientes con los grupos paramilitares, quienes han afirmado que impedirán ese tipo de juntas.
La comisión, encabezada por el ex procurador general Jaime Bernal Cuéllar, dijo en un comunicado que ellos acompañarían una reunión entre representantes de los campesinos al sur de la provincia de Bolívar y los comandantes del ELN, para que discutan de manera ''franca y clara'' las dificultades de una zona desmilitarizada.
Aunque el contenido de la propuesta del gobierno no fue revelado, los medios locales coincidieron en señalar que contemplaba que la guerrilla sólo tuviera presencia en las áreas rurales de los municipios de San Pablo y Cantagallo, del norteño departamento de Bolívar, que servirían de escenario para los diálogos entre las partes.
El gobierno y los rebeldes suscribieron en enero en La Habana un preacuerdo para crear una zona desmilitarizada donde se adelantarían negociaciones de paz y que estaría regida por un estricto reglamento para proteger a la población civil.
Tanto las comunidades de Bolívar como los grupos paramilitares que dirige Carlos Castaño se oponen a otra cesión de territorio a las guerrillas.
Actualmente, las comunidades del sur del departamento de Bolívar adelantan un paro de actividades que culmina este día para protestar por el eventual despeje y por el grave desempleo que afecta a los campesinos cocaleros tras una ola de fumigaciones masivas de cultivos.
Las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) han lanzado una ofensiva contra los rebeldes en el área, lo que ha motivado al ELN a decretar pausas en los diálogos y a exigir un acción contundente del gobierno contra el paramilitarismo.
''Es imposible desconocer la interferencia de Castaño para que la negociación empiece y su influencia sobre parte de la comunidad del sur de Bolívar'', afirmó Estrada.
Reconoció que hay obstáculos en el proceso con la segunda guerrilla del país, pero afirmó que no son insalvables.
El ex procurador y miembro de la Comisión Facilitadora de los diálogos entre las partes, Jaime Bernal Cuéllar, propuso una reunión con el Comité Central (COCE) de la organización rebelde para dar impulso al proceso.
''Yo creo que pudiera apuntarse a una reunión de la Comisión Facilitadora con el COCE, ya que sería una forma de cumplir la misión que se ha encargado de un acercamiento entre el gobierno y ELN. Hay que mirar qué se ha incumplido, qué hacer de aquí en adelante y tener en cuenta a la sociedad del sur de Bolívar'', aseguró Bernal Cuéllar a la cadena Radionet.