BEIJING.- China anunció este miércoles que no hay esperanza de encontrar con vida a los 68 mineros atrapados bajo tierra desde la semana pasada, como consecuencia de los accidentes ocurridos en un intervalo de pocas horas en dos minas del sur del país.
"La operación de socorro ha terminado. Los 39 mineros están muertos", declaró una responsable de la mina de carbón de Qinglongzhui, donde se produjo el viernes una inundación.
La mina, situada en Gaodián en la provincia de Sechuan (sudoeste), depende de la oficina provincial de "reeducación a través del trabajo", encargada de la reclusión de personas condenadas sin juicio a una pena administrativa de un máximo de tres años.
Esta forma de castigo es frecuentemente empleada contra los pequeños delincuentes, opositores políticos y miembros de la secta prohibida Falungong.
La responsable de la mina confirmó a la AFP que "la mayoría" de las víctimas eran prisioneros.
Otros 29 mineros, atrapados a 200 metros de profundidad desde el viernes por la mañana, cuando se derrumbó una mina de yeso en la región autónoma de Guangxi (sur), son igualmente dados por muertos, indicaron responsables del cantón de Hepu.
Las tareas de rescate fueron interrumpidas el martes por la noche.
Estos dos desastres son los últimos de una larga serie de accidentes mineros que causaron 600 muertos en el transcurso de las últimas seis semanas.
Según la agencia de información Noticias de China, el gobierno ordenó cerrar todas las pequeñas minas del país antes del fin de junio para someterlas a inspección.
China es el mayor productor y consumidor de carbón del mundo, pero la seguridad en estas minas es catastrófica.
Cerca de 5.000 mineros chinos murieron en accidentes subterráneos en 2000, según cifras oficiales, pero expertos independientes estiman que cada año fallecen más 10.000 mineros.
