WASHINGTON.- Funcionarios estadounidenses dijeron este jueves que aún estaban discutiendo la forma en que regresará un avión espía retenido en China, a pesar de informes en Beijing de que se había alcanzado un acuerdo para devolverlo por piezas.
"Aún estamos conversando con ellos sobre la forma de mover el avión y nada está establecido o es definitivo", dijo un alto funcionario del Departamento de Estado, bajo condición de anonimato.
El caso del avión espía estadounidense, bloqueado desde el 1 de abril en la isla de Hainan, tras colisionar en el aire con un caza chino que se precipitó al mar, enturbió las relaciones entre Beijing y Washington.
China tardó 11 días en permitir el regreso de la tribulación estadounidense. Los 24 tripulantes fueron liberados después que el gobierno de Washington manifestó que "lamentaba profundamente" la muerte del piloto chino y que el avión estadounidense hubiera aterrizado en Hainan sin autorización, aunque reiteró que la nave no tuvo la culpa del choque con el caza chino.
En Beijing, un portavoz de la cancillería había dicho antes el jueves que los chinos rechazaron las demandas estadounidenses de permitir que el avión EP-3 regresara volando. "Estados Unidos ha presentado una propuesta para desmantelar el avión y repatriarlo a Estados Unidos", declaró el portavoz del ministerio, Zhu Bangzao, en rueda de prensa.
"China ha aceptado esta propuesta", dijo en una implícita declaración de victoria después de que Washington insistiera en un principio en reparar el aparato para que pudiera volar de regreso a Estados Unidos. "Ambas partes continuarán negociando los detalles técnicos de la repatriación del avión", añadió Zhu.
Pero el funcionario del departamento de Estado dijo que ese comentario había sido en respuesta a una pregunta e indicó que en lo que se refiere a Estados Unidos, no se había logrado un acuerdo.
Afirmó que retornar el avión en piezas fue sólo una de las opciones que se estaban discutiendo y añadió: "Como los chinos señalaron, seguimos discutiendo los detalles técnicos". Un segundo funcionario que habló también bajo condición de anonimato, dijo: "Aún no estamos listo para especular sobre cómo se va a resolver esto".
Según observadores, al intentar que Estados Unidos desmantele la nave para un largo y costoso viaje de regreso, China busca humillar a los militares estadounidenses y calmar la explosión de ira nacionalista interna, tras la colisión y la muerte de su piloto.