JERUSALEN.- Al menos 25 personas murieron y más de 300 resultaron heridas, muchas de ellas niños, al desplomarse una sala de fiestas de tres plantas en el barrio de Talbiot, en el sur del Jerusalén judío, informaron fuentes militares.
Los diez últimos cadáveres han sido localizados bajo las ruinas de la sala de fiestas "Versalles", pero no han podido ser rescatados porque los equipos de salvamento trabajan despacio al tener que retirar los cascotes manualmente.
Se cree que hay decenas de personas aún sepultadas entre los escombros, de las cuales muchas podrían estar muertas.
El jefe de policía de Jerusalén, Micky Levy, adelantó que las tareas de rescate pueden durar entre 24 y 72 horas.
Según el ministro del Interior, Eli Yishai, un experto confirmó que el desplome se debió a "un grave fallo de ingeniería", con lo que descartó definitivamente que pudiera deberse a un atentado terrorista.
Yishai, que calificó el accidente de "una de las tragedias más grandes que hemos conocido", no quiso precisar cuántas personas permanecen aún bajo los escombros.
Más de 300 personas - de las 650 que se encontraban dentro del edificio cuando se desplomó - han sido hospitalizadas. De ellas, 22 siguen muy graves y 80 se encuentran graves, muchas de las cuales ya están siendo intervenidas quirúrgicamente, según el jefe de la Estrella Roja (equivalente a la Cruz Roja), Avi Zohar.
En la tercera y última planta del edificio - propiedad de una única empresa- se celebraba una boda a la que asistían más de 600 personas, cuando toda la planta se vino abajo e hizo desmoronarse el edificio entero sobre el sótano, sin que llegase a alcanzar el garaje, según confirmó el jefe de la Defensa Civil, Gaby Ofir.
La tragedia podía haber sido mucho mayor si las otras salas de fiestas, en la primera y segunda planta, hubieran estado ocupadas, como es lo habitual, pero hoy se encontraban vacías.
El Canal 2 de la televisión israelí informó hoy de que la policía interrogó horas después del accidente, por la noche, al propietario de la sala de fiestas, Meir Balilti, quien reconoció que hace cuatro meses encargó unas obras en el local principal que pudieron haber propiciado la catástrofe de hoy.
Balilti - siempre según Canal 2- reconoció ante la policía que hizo retirar varias columnas para dar más amplitud a la sala de baile, todo ello sin los pertinentes permisos municipales, lo que, según el canal televisivo, pudo ser la causa del desplome.
El derrumbe de la planta se produjo hacia las 23.00 horas del jueves (20.00 GMT), cuando cedió el piso en el centro de la sala de baile, por lo que la mayoría de las personas que resultaron ilesas fueron las que se encontraban más cercanas a las paredes.
Los dos novios que celebraban su enlace en la sala "Versalles" resultaron heridos, pero están vivos y se recuperan en un hospital.
La novia sufre lesiones en el pecho y la espalda, y tendrá que ser intervenida, según declaró a los periodistas una amiga suya llamada Limor Carmel.
"Estaba bailando con mi novio cuando el suelo se vino abajo. Nos caímos hasta el sótano (cuatro alturas). Que yo esté viva es un milagro", dijo Carmel, cuyo novio también resultó herido grave al protegerla con su cuerpo.
Hay decenas de niños entre los heridos, y también hay niños entre los veinticinco muertos, cifra que podría aumentar si no se consigue el rescate con vida de las personas que permanecen sepultadas bajo los escombros.
No se sabe con certeza cuántos son los que siguen atrapados entre los restos del edificio, y algunas fuentes hablan de un centenar.
"Ha sido como una película de ciencia ficción, de pronto todo se ha venido abajo y la gente ha empezado a caer más de tres pisos", dijo a EFE un transeúnte que fue testigo del suceso.
Las labores de desescombro y salvamento, que han movilizado a decenas de equipos policiales, de bomberos y sanitarios, están siendo coordinadas por el general Gaby Ofir, comandante de la Defensa Civil, que tiene a su cargo quince escuadrones de rescate.
Los equipos de salvamento intentan acceder a las ruinas desde una carretera subterránea que discurre contigua al garaje de la sala de fiestas, pues por el otro lado hay un edificio en construcción y el acceso es casi imposible.
El ministro del Interior dijo que su departamento investigará inmediatamente las causas del accidente, así como las supuestas denuncias registradas hace dos semanas de que el suelo de la tercera planta "temblaba" o la más reciente de que unos trabajos de mejora en la segunda planta habían dañado estructuralmente el edificio.
Los servicios de urgencias de los hospitales de Jerusalén se encuentran desbordados, y se han solicitado ambulancias a todo el país para contribuir al rescate de los heridos o los cadáveres, además de constantes demandas de donaciones de sangre de tipo universal (cero positivo).