GINEBRA.- Los trabajos forzados y el tráfico humano están en aumento en algunas partes del mundo.
Las mujeres, los niños y los inmigrantes son quienes corren mayor riesgo, dijo el viernes la Organización Internacional del Trabajo.
La Organización declaró que los países desarrollados con frecuencia son el destino de las víctimas, especialmente las mujeres, y que el sector de la prostitución y el trabajo local eran las principales demandas.
Aunque la OIT, con sede en Ginebra, no proporcionó cifras generales, dijo que se creía que solamente Estados Unidos es el destino de 50.000 mujeres y niños.
Nueva York y California podrían ser los principales puntos de entrada.
"El fenómeno del tráfico para tareas forzadas u obligatorias está creciendo con tanta rapidez que la mayoría de los países del mundo encuadran en una de estas tres categorías: países emisores, países de tránsito y países receptores", dijo el organismo de las Naciones Unidas en un comunicado.
Aunque la esclavitud absoluta es sumamente rara, aún se le ha encontrado en algunos países.
"El rapto sistemático de individuos y comunidades en sociedades tan devastadas por conflictos como Liberia, Mauritania, Sierra Leona y Sudán no es poco común", decía el informe.
De acuerdo con la OIT, los trabajadores domésticos en muchos países están atrapados en labores forzosas -- no pueden abandonar la casa de los empleadores -- por medio de tácticas como la retención de sus salarios o documentos de identidad.
En muchos países del sur de Asia, América Central y América del Sur, millones viven en condiciones de cautiverio deudor: están atados a sus empleadores por deudas impagas.
El endeudamiento es el principal medio de coersión utilizado por los traficantes para obligar a la gente a incursionar en la prostitución, según la OIT.
"La prostitución algunas veces es voluntaria pero tremendamente forzada y siempre es así cuando se trata de menores", agregaba el informe.
Europa ha experimentado una explosión de tráfico de seres humanos desde el desmoronamiento de la Unión Soviética.
Hombres y mujeres de Europa Oriental y los Balcanes comprenden la gran mayoría, según la Oit.
"La pobreza, el desempleo, los disturbios civiles, la represión política, el sexo y la discriminación racial hacen que el ambiente se torne muy propicio para la explotación de gente vulnerable por parte de los traficantes".
"En Israel, ha habido una afluencia de mujeres traídas por organizaciones delictivas", agregaba el informe.
Detectar el fenómeno es muy difícil porque las bandas generalmente son montadas por grupos internacionales a quienes esta práctica les resulta menos peligrosa que el narcotráfico.
A pesar de la miseria que padecen las víctimas, los culpables son difícilmente apresados y el castigo que reciben, por lo general, es menor que por el tráfico de drogas, de acuerdo con la OIT.
La organización puntualizó que debe incrementarse el alerta internacional sobre el tráfico de seres humanos como primer paso para su erradicación.