LA RIOJA (De una enviada especial).- Algo transpirado y despeinado, pero entero, Carlos Menem habló ayer por primera vez distendido de su relación con Cecilia Bolocco. A 48 horas de su boda con la animadora chilena confirmó ante los periodistas que se casará por civil mañana, a las 11, tal como anticipó La Nación el domingo último.
"Estoy viviendo un momento muy importante y tengo la certeza de que con Cecilia vamos a ser muy felices... Es la mujer de mi vida", dijo el ex presidente después de un extenso partido de golf que jugó ayer con dos amigos. Llegó al mediodía a esta capital y, como siempre, lo hizo piloteando un avión del gobierno provincial.
Esta vez no pasó por Anillaco y anoche durmió en la residencia del gobernador, Angel Maza. Menem no lo atribuyó a la advertencia de su hija Zulemita (que confirmó un familiar directo del ex presidente a La Nación ) de no hacer una fiesta en La Rosadita, que Menem puso a su nombre.
Sin embargo, fuentes allegadas a Menem (no tienen cargos, pero están cerca de él) dijeron que Zulemita también le habría pedido que no fuera a la residencia. Menem aseguró que no era así.
El ex presidente mantuvo una extensa conversación con todos los periodistas que cubren su inminente casamiento en segundas nupcias. Hizo bromas y hasta anticipó que la luna de miel será en Buenos Aires. Menem, según dispuso ayer la Justicia, debería pedir permiso para salir del país por estar involucrado en la causa de la venta ilegal de armas a Ecuador y a Croacia durante su gestión (sobre lo que se informa por separado). De ese requisito no quiso hablar.
Bolocco quiere un hijo
"¿Un hijo?... La que quiere tener un hijo es Cecilia", dijo el ex presidente y soltó una carcajada cuando un cronista de un programa televisivo de chimentos le preguntó si quería tener un nuevo heredero.
El círculo íntimo del ex presidente mantiene en reserva la lista de invitados que, en realidad, no existe porque Menem invitó en persona y por teléfono a sus amigos. Su prometida llegará hoy por la tarde con sus familiares a esta capital y su novio la irá a buscar al aeropuerto.
El repentino cambio de planes obligó a acondicionar en tiempo récord la residencia de gobernadores (donde vivió Menem durante los tres períodos en que fue gobernador riojano) y colocar allí las carpas blancas que se iban a desplegar en los jardines de Anillaco. Anteanoche, dos máquinas cortaron el césped y se regó con intensidad el jardín. El menú para los invitados al festejo íntimo incluirá canapés, empanadas y asado.
El flamante matrimonio Menem-Bolocco saludará a la gente en el polideportivo Carlos Menem. Allí irán los que no están invitados a la residencia. "La Chechi y el Carlos" (como ya les dicen los riojanos) compartirán un locro popular (comida típica de la región -como un curanto chileno- que incluye entre otras cosas papas, carne y maíz).
El traje del novio
El ex presidente anticipó su vestuario: se pondrá un traje sobrio. "Ni de smoking ni de gaucho", aseguró ayer y se rió de sí mismo. "Me pongo un traje", agregó.
En la conferencia de prensa, Menem estaba encantado contando los detalles de su boda. El rostro se le transformaba cuando le preguntaban por la causa de las armas y por su hija (sobre lo que se informa por separado). Contó, además, que los testigos de su casamiento serán sus hermanos Munir, Amado y Eduardo, y adelantó que los de Bolocco serán sus padres (Enzo y Rosemarie) y sus hermanas.
Mañana, a las 11 en punto, Menem y Bolocco darán por fin el sí, después de tanta intriga. Será un matrimonio civil, pese a que se especuló con que solamente se harían un juramento de fidelidad, que harían un contrato de bienes o que se comprometerían. Se casarán.
"Menem y la señora Bolocco completaron los trámites y requisitos previos expresados por la normativa vigente para contraer matrimonio civil ante la oficial pública del Registro Civil". Esa fue la comunicación oficial que difundió el vocero del gobernador Maza. Está todo listo. Hoy llega la novia y mañana, finalmente, habrá boda a la riojana.