MOSCU.- El submarino nuclear "Kursk", que se hundió en el Mar de Barents en agosto de 2000, será reflotado el 15 de septiembre durante una operación de 10 horas en la que existirá peligro de fuga de radioactividad, indicó este viernes el viceprimer ministro ruso Ilia Klebanov.
Klebanov, encargado de la comisión investigadora sobre las causas del naufragio, reconoció por primera vez que la operación era riesgosa a raíz de los dos reactores nucleares a bordo del submarino.
Subrayó que Rusia "aceptaba la responsabilidad" ante eventuales fugas de radioactividad. "Por supuesto, las condiciones atmosféricas jugarán un papel importante" en el éxito de la operación, dijo Klebanov a los periodistas.
Según Klebanov, la comunidad internacional será informada constantemente sobre el nivel de las radiaciones alrededor del "Kursk" durante la operación.
De todos modos, reflotar la embarcación no será la operación más complicada, según el comandante de la flota naval rusa, almirante Vladimir Kuroiedov, que precisó que la proa del submarino, donde están ubicados los torpedos, deberá ser cortada antes de comenzar la maniobra para sacar a flote al "Kursk".
El almirante Kuroiedov no descartó que se pueda producir un accidente durante el corte del casco. "Todo es posible si se piensa que tenemos que hacerlo con un submarino cargado con torpedos", dijo a los periodistas.
La sociedad holandesa Mammoet, que no tiene prácticamente ninguna experiencia en el tema, estará encargada de reflotar al submarino de 20.00 toneladas. El "Kursk" debería ser transportado a puerto el 20 de septiembre, cinco después de ser reflotado.
Orgullo de la Flota del Norte, el "Kursk" se hundió el 12 de agosto pasado en el Mar de Barents por razones que todavía no fueron establecidas. Los 118 miembros de su tripulación murieron en el naufragio.
