SANTO DOMINGO.- Unas protestas por las deficiencias de los servicios públicos y la muerte de civiles en manos de agentes policiales y militares, han desatado una ola de violencia que empieza a diseminarse por los barrios marginados de la capital y poblaciones del interior del país.
Hasta la noche del viernes, la violencia había dejado un saldo de cuatro muertos y más de 20 heridos.
El barrio Capotillo, en el norte de esta capital, fue escenario de choques entre manifestantes y policías, porque un menor de 17 años de edad murió en un confuso incidente en que unos agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) perseguían a vendedores de cocaína.
La muerte de Laury Amancio Medina, de 17 años, provocó las manifestaciones violentas que concluyeron con un saldo de siete heridos de bala. En ese mismo barrio la semana pasada hubo protestas similares en que fueron muertas dos personas muertas y varias mas resultaron heridas.
El vocero de la DNCD indicó que la muerte del menor se produjo durante un tiroteo, cuando los policías intentaron detener a un grupo de vendedores de cocaína que tenían 14,5 gramos de la sustancia prohibida.
"Los miembros de la DNCD fueron agredidos con armas de distinto calibre y no descartamos que la muerte de Medina haya sido consecuencia de los disparos que hicieron las mismas personas que agredieron a nuestros agentes", manifestó el coronel Jacobo Mateo Moquete.
El hecho provocó protestas similares en los sectores circundantes, como Las Cañitas, Gualey y Simón Bolívar.
En la parte este de la capital también hubo protestas pero en demanda de un mejor servicio energético. Unos apagones de hasta 15 horas al día hicieron que los moradores del sector Los Frailes también se lanzaran a las calles a protestar. Y anoche interrumpieron el tránsito de la autopista que conduce al aeropuerto internacional de Las Américas, principal terminal del país.
El barrio Capotillo amaneció el sábado con una gran vigilancia policial ante el anuncio de que se realizaría una marcha para protestar por lo que los organizadores calificaron como represión policial. También se proponían reclamar que fueran sometidos a la justicia los responsables de las cuatro muertes y exigir la construcción de varias obras comunitarias.
Las protestas de anoche se producen ante la ausencia del Presidente Hipólito Mejía, que participa de la cumbre de mandatarios centroamericanos en San Salvador. Mejía dijo allí que no se dejaría presionar por los grupos que utilizan las protestas violentas para reclamar la construcción de obras.