DOHA.- Los países islámicos, reunidos en Doha para discutir la situación en Medio Oriente, anunciaron este sábado que interrumpían "todo contacto político" con el gobierno israelí "mientras continúe la agresión contra el pueblo palestino".
Los países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) en un comunicado publicado al término de una conferencia ministerial, precisaron "haber decidido interrumpir todo contacto político con el gobierno israelí tanto tiempo como continué la agresión y el bloqueo contra el pueblo palestino y su Autoridad nacional".
La conferencia llamó a "los estados miembros de la OCI que hayan establecido relaciones con Israel o emprendido relaciones en el marco del proceso de paz, a suspender esas relaciones y cerrar sus misiones y oficinas".
Poco antes los países de la OCI exhortaron a Estados Unidos a intervenir para obtener el cese de las "agresiones" israelíes contra los palestinos.
"Llamo a la administración norteamericana y al Presidente George W. Bush a intervenir urgentemente (..) y ejercer presiones sobre Israel para que cese su agresión y reanude sin condiciones el proceso de paz", afirmó el emir de Qatar Hamad Ben Jalifa Al-Thani, en la apertura de la reunión ministerial de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).
"Ya no es posible guardar silencio sobre las agresiones isralíes (..) ni aceptar la política (norteamericana) de dos pesos, dos medidas", añadió.
Hamad exhortó en la reunión a "aportar su apoyo a la Intifada" y "adoptar una estrategia unificada (..) para forzar a Israel a poner fin a su política expansionista", afirmando que Estados Unidos y Rusia, padrinos del proceso de paz, deben "asumir sus responsabilidades".
La reunión de la OCI, a nivel de ministros de Relaciones exteriores, fue convocada por Qatar, presidente en ejercicio de esta organización de 56 miembros.
"Propongo (..) actuar para la celebración de una reunión del Consejo de seguridad que examine la grave situación en los territorios palestinos", declaró el emir de Qatar.
Con este fin, añadió, el comité ministerial de la OCI, formado en la novena cumbre de la organización en Doha, "debera reunirse en las capitales de los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad y de la Unión Europea".
Por su parte, el Presidente palestino Yasser Arafat se levantó contra la "impotencia total del Consejo de Seguridad ante Israel".
"¿Quién impone el silencio al Consejo (..) a costa de nuestro pueblo y de sus mártires?", se preguntó, en una alusión a Estados Unidos.
Arafat reafirmó su compromiso en favor de "una paz justa y global" en la región, recordando su aceptación de la iniciativa egipto-jordana y del informe de la Comisión internacional Mitchell.
El Presidente palestino reiteró su llamada a una nueva reunión de los participantes en la cumbre de Charm El Cheij (el pasado mes de octubre en Egipto), para fijar un mecanismo y un calendario de la aplicación de las recomendaciones del informe Mitchell sobre las violencias.
Propuso que Rusia y la OCI se unieran a esta reunión.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, exhortó a los países islámicos a contribuir a "una reanudación de las negociaciones" entre palestinos e israelíes.
En un discurso pronunciado en su nombre por su representante, Lajdar Brahimi, Annan estimó que el informe Mitchell y la iniciativa egipto-jordana "ofrecían una real oportunidad para progresar" en la vía de la paz.
El secretario general de la Liga Arabe, Amr Mussa, dudó, por su parte, de la voluntad de paz de Israel y propuso a la OCI aportar "un apoyo político y material" a los palestinos y "congelar toda relación, incluidos los contactos políticos, con Israel".
