BUENOS AIRES.- Dos ministros del gobierno y un dirigente sindical viajaron rumbo a Madrid con el objetivo de destrabar el conflicto planteado entre Aerolíneas Argentinas, ahora de propiedad del Estado español, y su personal.
La ministra de trabajo Patricia Bullrich, que se ha ocupado del conflicto estas últimas semanas, viajó la noche del sábado acompañada por su colega de Infraestructura, Carlos Bastos y por Ricardo Cirielli, dirigente del gremio de técnicos aeronáuticos.
"La propuesta que llevamos es para lograr la estabilidad de los 7.500 trabajadores y, para adelante, el financiamiento de la compañía", dijo Bullrich. "El gobierno va a hacer todo lo posible para que Aerolíneas siga funcionando".
La ex línea de bandera fue privatizada por el entonces Presidente Carlos Menem en 1990 y adquirida por Iberia. Actualmente el 75% de sus acciones están en manos de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) de España, de la que forma parte Iberia.
Aerolíneas fue privatizada sin deudas, pero actualmente tiene un déficit calculado en 1.700 millones de dólares, luego de una criticada gerencia por parte de Iberia. Los siete sindicatos del personal de Aerolíneas acusan a la empresa española de haber "vaciado" a la aerolínea tras la venta de 29 de sus 30 aviones, haberse hecho cargo de algunas de sus rutas más rentables y haber también subastado importantes inmuebles de la empresa.
El consorcio SEPI, a fin de evitar la quiebra de Aerolíneas, propuso un plan de capitalización al gobierno argentino, que conserva el 5% de las acciones. Contemplaba el despido de 1.500 de los 7.000 agentes de Aerolíneas, oferta rechazada de plano por los sindicatos y no respaldada por el gobierno del Presidente Fernando de la Rúa.
Luego de una huelga de 11 días que comenzó el mes pasado, el gobierno decretó la conciliación obligatoria. Pero el acuerdo no se concretó, mientras las autoridades españolas informaban que no estaban dispuestas a abonar los sueldos de abril, todavía pendientes.
Medio centenar de representantes de los sindicatos despidieron a los ministros enarbolando pancartas que reclamaban al gobierno el mantenimiento de la compañía. Pero tanto De la Rúa como el ministro de Economía Domingo Cavallo advirtieron que Argentina no está en condiciones de recomprar Aerolineas, por lo que si no se logra un acuerdo con Sepi, su destino será posiblemente la quiebra.