LOS ANGELES.- Un abogado del condenado por el atentado de Oklahoma City, Timothy McVeigh, dijo que la ejecución de su cliente, reprogramada para el 11 de junio, podría volver a aplazarse si se comprueba que la FBI retuvo evidencias que debió entregar a la defensa durante el juicio.
El abogado Rob Nigh hizo las declaraciones en una edición del programa "60 Minutes II", que será transmitido la noche del martes después del segmento noticioso de la cadena CBS.
En el programa el ex agente de la FBI (Oficina Federal de Investigaciones) Rick Ojeda dijo que evidencia que él reunió personalmente no fue entregada a los abogados de McVeigh, aunque la misma hubiera ayudado aun más al equipo de la defensa. Otros tres agentes también comparecieron en el programa, indicando que la evidencia fue retenida.
McVeigh fue procesado y sentenciado a muerte por el atentado con bomba del 19 de abril de 1995 en el edificio federal Alfred P. Murrah, en Okalahoma City, cobrando la vida de 168 personas en el peor acto terrorista perpetrado en territorio estadounidense.
McVeigh estaba programado para morir el mes pasado por medio de una inyección letal, pero la ejecución fue aplazada hasta el 11 de junio después que se descubrió que miles de páginas de documentos compilados por la FBI no fueron entregadas a la defensa.
Según segmentos del programa entregados a Reuters, Nigh dijo a "60 Minutes II" que si se llegaba a confirmar la información del ex agente Ojeda, eso "debería, al menos, cambiar el curso de este caso en el futuro cercano".
Los abogados de la defensa de McVeigh han estado sopesando su próxima estrategia desde que la FBI reveló haber descubierto los nuevos documentos, pero hasta el momento no han hecho una petición formal para aplazar la ejecución.
"Si esas declaraciones son ciertas, el veredicto no tendría integridad y no podríamos proceder con una ejecución hasta que averiguarlo(...). La importancia de esta información no debe pasar inadvertida", dijo Nigh.
De acuerdo con el programa, Ojeda recibió una distinción por su labor en el caso de Oklahoma City, pero luego fue despedido en un acto que el ex agente consideró como una represalia por haberse quejado contra sus jefes por presunta discriminación.
En marzo de 2000, CBS dijo que Ojeda escribió al senador republicano por Iowa, Charles Grassley, comunicándole que él sabía de casos, incluyendo el de Oklahoma City, en que se habían ignorado evidencias exculpatorias sin ser documentadas. El ex agente de la FBI también dijo que él personalmente había reunido algunas de esas pruebas.
En el programa Ojeda también dijo que cuando se dio cuenta de que el material que reunió no fue entregado a la defensa, "yo comencé a preguntarme si los documentos habían sido retenidos o simplemente perdido, lo cual era (algo) muy común".
Otros tres agentes de la FBI dijeron a "60 Minutes II" que sabían de la existencia de documentos que no fueron entregados a la defensa.
Uno de los agentes, Jim Volz, dijo haber revisado documentos internos de la FBI relacionados con el atentado, incluyendo notas de entrevistas, declaraciones de testigos y pistas. "A mí me sorprende extremadamente que esos documentos aparezcan de reprente (...). No hay razón para ello, al menos que haya negligencia".