DUBLIN, Irlanda.- La proscrita guerrilla urbana católica Ejército Republicano Irlandés (IRA) permitió una inspección de sus arsenales clandestinos por primera vez en siete meses, anunciaron este miércoles los inspectores.
La sorpresiva declaración fue formulada por la Comisión Internacional Independiente sobre Radiación de armas ocho días antes de unas elecciones que pondrán a prueba el acuerdo de paz para la conflictiva provincia británica.
"Observamos que las armas y explosivos continuaron almacenados en forma segura y adecuada. Continuamos confiando en que no podrán ser usadas sin que las detectemos", dice una declaración conjunta de Cyril Ramaphosa y Martti Ahtisaari, que cooperan con la comisión de desarme.
Ramaphosa, ex líder de la organización antisegregacionista sudafricana Congreso Nacional Africano, y Ahtisaari, ex presidente de Finlandia, han visitado los arsenales del IRA -en la República de Irlanda, donde el IRA oculta la mayor parte de sus armas- tres veces desde mayo del 2000.
El IRA permitió estas inspecciones como parte del acuerdo que creó un gobierno de Irlanda del Norte católico-protestante. Se calcula que los arsenales inspeccionados representan sólo una fracción de las armas que posee el IRA.
La coalición gubernamental cuatripartita de Irlanda del Norte, el principal objetivo del acuerdo de 1998, incluye la rama política del IRA, el Sinn Fein. Los políticos protestantes han exigido durante varios años el desarme del IRA como condición para tratar con el Sinn Fein.
El acuerdo establece como plazo el mes de mayo del 2000 para un desarme total del ERI y dos guerrillas protestantes, también proscritas, la Asociación de Defensa del Ulster y la Fuerza Voluntaria del Ulster. Esta última no tiene ninguna función en el gobierno de Irlanda del Norte.
El líder protestante del gobierno, David Trimble, prometió renunciar a su cargo -lo que forzaría la caída del gobierno- si el IRA no empieza a radiar sus armas para el 1 de julio. El partido de Trimble, Unionista del Norte, enfrenta una severa prueba electoral en las elecciones generales británicas del 7 de junio, ya que los partidos protestantes intransigentes lo acusan de ceder demasiado ante el Sinn Fein.