NUEVA YORK.- Un jurado federal regresó este miércoles a la corte para determinar si dos hombres a quienes declaró culpables de los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, en los que murieron 224 personas, deberán ser ejecutados.
El jurado de Manhattan condenó el martes a cuatro acusados de conspirar con el presunto líder extremista Osama bin Laden para asesinar a ciudadanos estadounidenses en cualquier parte del mundo.
Dos de los encausados fueron declarados culpables de participar directamente en los atentados con explosivos que devastaron las embajadas de Estados Unidos en Nairobi y Dar es Salaam, dejando miles de heridos bajo una lluvia de acero y concreto.
Los dos hombres, Mohamed Rashed Daoud al-'Owhali, de 24 años, y Khalfan Khamis Mohamed, de 27, enfrentan ahora procesos separados para determinar si serán ejecutados o condenados a cadena perpetua.
La fase de pena de muerte comenzó hoy en la mañana con el caso contra Al-'Owhali, quien fue declarado culpable de ayudar a perpetrar el atentado de Nairobi.
La última ejecución de una persona acusada de un delito federal en Nueva York se llevó a cabo en 1954, cuando Gerhard Puff fue ejecutado por el asesinato de un agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). En 1953, Julius y Ethel Rosenberg fueron ejecutados por espionaje.
Las medidas de seguridad eran estrictas alrededor de la corte federal de Manhattan, donde el jurado llegó a tempranas horas del miércoles.
El Departamento de Estado también advirtió a los estadounidenses en el extranjero que podrían ser blancos de ataques por parte de grupos relacionados con el disidente saudita bin Laden, en represalia por la condena de sus seguidores.
El departamento emitió una "precaución mundial" y dijo que las instalaciones del gobierno estadounidense permanecían en estado de alerta. Sin embargo, indicó que no tenía conocimiento de amenaza específica alguna en respuesta al veredicto.
El gobernante movimiento afgano Talibán, que ofrece refugio a bin Laden, condenó el fallo del jurado y su portavoz Mullah Abdul Hai Muttmaen dijo que "la decisión de la corte de Nueva York es clara y totalmente injusta".
Los procedimientos de este miércoles en la fase de pena de muerte incluirán los argumentos iniciales por parte de los fiscales federales, seguidos de los argumentos de los abogados de Al-'Owhali.
Se espera que los testimonios se extiendan hasta la semana próxima. Después que el jurado alcance una decisión, comenzará la fase de pena de muerte de Mohamed.
Agentes de la FBI ofrecieron testimonio durante la fase de culpabilidad del juicio, en la que ambos hombres confesaron su papel en los ataques.
De acuerdo con el testimonio, Al-'Owhali admitió haber conducido el camión bomba a la embajada en Nairobi y lanzado granadas a los guardias de seguridad para acercar el vehículo al edificio.
Mohamed admitió haber alquilado la casa usada para fabricar la bomba en Tanzania, haber cargado la bomba al camión y conducido el vehículo durante parte del trayecto a la embajada de Dar es Salaam.
Talibanes se niegan a entregar a Osama bin Laden
La gobernante milicia religiosa talibán de Afganistán, dijo este miércoles que las condenas contra cuatro seguidores de Osama bin Laden en Nueva York, acusados de atacar dos embajadas norteamericanas en Africa, eran "injustas".
También prometió no entregar jamás a bin Laden, acusado por Estados Unidos de ser el autor intelectual de los ataques.
"El es un gran guerrero sagrado del Islam, y un gran benefactor del pueblo afgano", dijo Abdul Anan Himat, alto funcionario del ministerio de Información talibán, al aludir a bin Laden, quien está oculto en Afganistán.
"No se lo entregaremos a Estados Unidos bajo circunstancia alguna. Es nuestra posición establecida", dijo Himat.
Un tribunal de Nueva York condenó el martes a cuatro seguidores de bin Laden por conspiración para asesinar a norteamericanos. Eso incluyó los atentados de 1998 contra dos embajadas estadounidenses en Africa que dejaron un saldo de 224 muertos y de millares de heridos.
Las Naciones Unidas han impuesto fuertes sanciones a los talibanes, una milicia islámica que controla el 95 por ciento de Afganistán, por su negativa a entregar a bin Laden a Estados Unidos o a un tercer país para ser juzgado.