WASHINGTON.- El ex agente de la FBI, Robert Hanssen, rechazó este jueves ser culpable de los cargos de espiar para Rusia durante los últimos 15 años, en uno de los casos más severos de espionaje en la historia de Estados Unidos.
Hanssen, con semblante demacrado y vistiendo un uniforme verde con la palabra PRISIONERO estampada en su espalda, compareció ante un tribunal en esta ciudad sobre el río Potomac al otro lado de Washington.
El encausado se enfrenta a una posible sentencia de pena de muerte si es condenado por los cargos. El auto de acusación formal dice que Hanssen comprometió secretos relacionados con satélites, sistemas de detección temprana, mecanismos estadounidenses de defensa o represalia contra ataques nucleares en gran escala, comunicaciones de inteligencia y estrategia de defensa.
Hanssen, padre de seis hijos y devoto asistente a la iglesia, fue arrestado el 18 de febrero después de que supuestamente depositó un paquete con materiales secretos en un sitio cercano a su casa, en un parque suburbano de Virginia, para que lo recogieran sus contactos rusos.
Al preguntársele cuál era su declaración, Hanssen respondió, con claridad: "No culpable", y el magistrado federal de distrito, Claude Hilton, programó provisionalmente su juicio para el 29 de octubre. Hanssen fue acusado de conspiración para cometer espionaje, 19 cargos de espionaje y uno de intento de espionaje. De los cargos, 14 conllevan sentencia máxima de pena de muerte.
Un agente de los servicios de contrainteligencia de la Oficina Federal de Investigaciones durante 25 años, Hanssen está acusado de vender secretos a Moscú desde 1985 a cambio de 1,4 millones de dólares en dinero y diamantes.
Los contactos para una sentencia negociada entre los fiscales y defensores de Hanssen se truncaron en mayo, después de que el gobierno se negó a desestimar una sentencia de pena de muerte.
Hanssen lucía pálido y enjuto después de varios meses en prisión. Mayormente se le vio solemne, aunque ocasionalmente bromeó con sus abogados. El encausado paseó su vista en derredor de la sala, al parecer en busca de rostros conocidos. Un yerno estaba entre los asistentes, que en su mayoría eran reporteros, pero no había miembros de su familia inmediata en la sala.
El defensor Plato Cacheris dijo a reporteros que la esposa de Hanssen "buscaba el anonimato", pero aseguró que la familia se encontraba ahí "en espíritu".
Cacheris dijo que antes del juicio entablará mociones legales, algunas bajo sello, atacando el encausamiento. "Si cualquier cosa sobrevive (al encausamiento), estaremos aquí de regreso el 29 de octubre para un juicio", agregó.
Ante consultas de si espera que los fiscales presionen por una sentencia de pena de muerte, Cacheris respondió: "Es cosa de ellos", agregando que no cree que sea un factor constitucional aplicable al caso.
Al gobierno le interesa no proceder con un juicio en el caso en razón de la cantidad de información secreta involucrada que podría ser divulgada durante el proceso judicial.