TEHERAN.- Irán calificó este jueves de exitosa la prueba de un nuevo tipo de misil de fabricación nacional, en un nuevo paso de su programa de armamento, que tiene alarmados a Israel y Estados Unidos.
La televisión estatal iraní transmitió imágenes del misil balístico cuando fue disparado desde una plataforma portátil situada en un lugar del desierto y un helicóptero filmó el cráter que hizo el proyectil en el lugar donde cayó.
La televisión dijo que el misil Fateh (Victorioso) 110, que utiliza combustible sólido, fue construido totalmente por la industria de armamentos de Irán. "Este es un misil muy moderno (...) considerado el más efectivo de Irán por su alta precisión en destruir blancos a grandes distancias", dijo la televisión, pero no informó sobre el alcance del cohete.
Irán realizó el año pasado pruebas con una nueva versión de su misil balístico Shahab-3, que expertos occidentales opinan está basado en un diseño norcoreano y tiene un alcance superior a los 1.300 kilómetros, suficiente para atacar a Israel.
El Fateh 110 parece mucho más pequeño, según las imágenes captadas por la televisión iraní. Estados Unidos e Israel han expresado preocupación sobre el desarrollo de tecnología de misiles por parte de Irán, con la presunta ayuda de Rusia, China y Corea del Norte, y no descartan que la misma sirva un día para fabricar armamentos de exterminio masivo.
Sin embargo, Irán insiste en que su programa de desarrollo de armas es estrictamente defensivo y no tiene el fin de lanzar ataques contra otro país. "Todas nuestras ciudades están dentro de los alcances de misiles de países vecinos. Se puede decir que no nos queda otra alternativa que cuidarnos de ellos", dijo en una entrevista con Reuters el ministro de Defensa iraní, Ali Shamkhami, candidato a la presidencia en las elecciones de la semana próxima.
El analista de Defensa Andrew Brooks, del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos de Londres, dijo que el Fateh 110 era una réplica iraní de un misil chino.
Brooks agregó que el nuevo misil probablemente formaba parte de un esfuerzo iraní por desarrollar cohetes que le permitan en caso necesario interceptar el tráfico de las embarcaciones en el estratégicamente vital Estrecho de Ormuz, por donde transita una tercera parte del petróleo del mundo.