RIO DE JANEIRO- El vicepresidente de Paraguay, Julio César Franco, se pronunció a favor de la renuncia del gobernante de su país, Luis González Macchi, y dijo estar listo para asumir el cargo.
En una entrevista que publica hoy el diario brasileño "Folha de Sao Paulo, Franco aseguró que el presidente de Paraguay debería renunciar al cargo y evitarle al país el desgaste de un juicio político en el Congreso que concluya con su destitución.
"El presidente debería dejar el cargo por cuenta propia para salvaguardar su nombre y el bien de la República", afirmó Franco al referirse a la posibilidad de que el Parlamento abra un juicio político contra González Macchi.
A la pregunta de si estaba listo para asumir la presidencia en Paraguay, Franco contestó: "lógico que sí".
Franco fue electo vicepresidente en unas elecciones celebradas el año pasado. González Macchi era Presidente del Congreso y asumió el gobierno de Paraguay en 1999 tras el asesinato del entonces vicepresidente, Luis María Argaña, y la salida del presidente Raúl Cubas Grau, actualmente exiliado en Brasil.
En su entrevista al diario brasileño, Franco apoyó la decisión de su formación política, el Partido Liberal Radical Auténtico, que se salió del gobierno paraguayo, de pedir la apertura de un juicio político de destitución contra González Macchi por "mal desempeño" y la presunta comisión de "delitos comunes".
Los liberales presentaron la petición de juicio político tras un escándalo generado por el desvío de un fondo de 16 millones de dólares a una cuenta privada del exterior, caso que ha salpicado a familiares de González Macchi, incluido su padre, Saúl González, y un hermano magistrado, José Ignacio González Macchi.
Tanto el jefe de Estado como sus parientes han negado cualquier vinculación con el hecho, aunque han admitido que tuvieron algunos contactos con los presuntos responsables del desvío investigado por la Justicia.
Además el jefe de Estado paraguayo fue cuestionado por haber utilizado un automóvil blindado que había sido robado en Brasil e introducido de contrabando en Paraguay.
El vicepresidente paraguayo considera que la actual crisis política del país es la más grave desde el fin del gobierno militar (1954-1989). Si el mandatario no renuncia, la mejor salida a esta situación sería el juicio en el Congreso, añadió.
"Espero que no ocurra un golpe militar. El camino para cambiar las cosas es la vía democrática. Siempre estuve a favor de las alternativas constitucionales", aclaró.
Sin embargo, advirtió que nadie estará obligado a "soportar" una prolongación del "estado actual" de la política paraguaya. "No sé cuál es la posición de las Fuerzas Armadas, pero sí sé que nadie tiene la obligación de aguantar esto", sostuvo.
Franco aseguró que la situación en su país es de "absoluta crisis política y moral por la ineficacia del Gobierno" y que los problemas sociales y económicos se están agravando ante la parálisis de la administración pública.
"Todo se agrava por las denuncias de corrupción. La imagen del país está muy mal tanto interna como externamente", afirmó.