KATMANDU.- Manifestaciones espontáneas de veneración a la familia real nepalí asesinada el viernes rompen hoy la calma en la capital del reino himalayo, donde muchos ciudadanos cuestionan los detalles oficiales y no oficiales acerca de la matanza ocurrida en Palacio.
Fotografías del rey Birendra y de su esposa Aiswarya han sido colocadas en aceras y paredes de la capital, adornadas con guirnaldas de flores como es tradicional en esta parte del mundo asiático, en señal de duelo.
En el Palacio real, cientos de hombres y mujeres siguen haciendo cola para entrar a firmar en el libro de condolencias y depositar unas flores, ante los retratos de los monarcas asesinados, algunas acompañadas de mensajes.
"No importa lo que pase, siempre vivirá con nosotros" rezaba uno de los mensajes, adornado con un corazón y la bandera nepalí, "Que Dios castigue al culpable" decía otra de las notas.
Para mostrar el dolor, algunos ciudadanos de Katmandú se afeitaron la cabeza, siguiendo la tradición hindú, según la cual un hijo debe cortarse el pelo al cero tras el fallecimiento de su madre o de su padre.
"Sentimos que el rey es nuestro padre, mira como va toda la gente", declaraba a EFE Rasendra Shrestha, un joven ciudadano que se afeitó la cabeza, y se concentró al igual que decenas de otros ante unas fotografías de los monarcas en la avenida que conduce al Palacio en el corazón de la capital.
A medida que transcurre el tiempo, aumenta la confusión acerca de cómo ocurrió la muerte de los Reyes y de otros miembros de la familia real, incluidos dos hijos del monarca.
El príncipe Gyanendra, hermano menor del Rey asesinado y nombrado regente en funciones el sábado, emitió hoy un comunicado en el que afirmaba que la muerte de la familia real fue debida a un "accidente".
Fuentes oficiales afirmaron ayer que el Príncipe Heredero Dipendra mató a su familia antes de dispararse un tiro. Según esas fuentes, Dipendra se encuentra clínicamente muerto.
