HONG KONG.- En una conmovedora exhortación a la juventud, millares de personas participaron el lunes por la noche en una vigilia para recordar a los muertos de la represión china a las manifestaciones democráticas en la Plaza de Tiananmen hace 12 años.
Una profusión de velas encendidas iluminaba el Parque Victoria mientras los manifestantes, muchos de los cuales eran niñitos durante la represión, se congregaron alrededor de un escenario con carteles que instaban: "Eduquen a la nueva generación; pasen la posta de la democracia".
La protesta fue organizada por la Alianza de Hong Kong en Apoyo de los Movimientos Democráticos Patrióticos de China, que Beijing considera "subversiva". Algunos testigos dijeron que en el parque había más de 10.000 personas.
Pero el gobernante ejecutivo Tung Chee-hwa defendió enérgicamente a los líderes chinos en un discurso que pronunció ante la Asociación Mundial de Diarios reunida aquí, en la que hubo voces de crítica por la supresión de las manifestaciones públicas de disensión.
Antes de que hablase Tung, el presidente de la asociación, Roger Parkinson, elogió las libertades civiles de Hong Kong, garantizadas según el acuerdo de "un país, dos sistemas", que protege las libertades de Hong Kong. Pero Parkinson censuró al gobierno chino por las limitaciones que impone a las expresiones de disensión.
Tung dijo que "yo no hablo por China, pero estoy orgulloso y patriota".
"Por cierto, China es hoy mucho más abierta, mucho más estable y mucho más próspera que en cualquier momento de su historia reciente", agregó Tung. "Ustedes deberían reconocer que el liderato actual de China es uno de los más iluminados y progresistas en nuestra historia".
Cientos de personas -y quizás miles- murieron cuando los soldados y los tanques aplastaron las manifestaciones estudiantiles en Tiananmen el 4 de junio de 1989. El gobierno chino no ha dado una cifra oficial de muertos ni ha permitido ninguna investigación que permita conocerla.
Beijing dice que las demostraciones fueron un intento por derrocar el gobierno, y justifica la represión militar.
En el parque de Hong Kong, un círculo de coronas fúnebres rodeaba un monumento con la leyenda "Los mártires de la democracia nunca mueren", mientras algunos cartelones rezaban "Pongan fin a la dictadura unipartidista".
